LINAJES | Tanjiro x Inosuke

TEPT

"¡Eso es mi pequeño cielito! ¡Anda, dilo otra vez, tú puedes!"

"Nmgh- ¡Mma... ma-má! ¡Mamá!"

"¡SIIII! ¡Muy bien, Inosuke! ¡Soy mamá! ¡Bravo! Ahora inténtalo con él, dime, ¿Quién es él?"

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Inosuke volvió a mirar aquellos ojos arcoíris dejando del lado el par de vetas verdosas iguales a los suyos con rostro delicado. Esta vez logró apreciar también el resto de su forma física complementando su memoria anterior pero no lograba conectar con su parentesco todavía.

Era un hombre alto, muy alto. Su piel era pálida como la de un copo de nieve que nunca ha visto el sol. Tenía cabello liso y largo hasta la cadera tan rubio que parecía ser blanco.

Vestía tan extraño.

De solo mirar su apariencia refinada rodeada de misticismo con el conjunto que le hacía ver como un sacerdote excéntrico quería obligarse a despertar, sin embargo antes de poder abrir los ojos se escuchó decir:

"¡Pah- pa...pá!"

—¡¿QUÉ CARAJOS?! —se levantó de golpe con la respiración echa un desastre y la frente sudándole a chorros, alertando a la chica y al rubio rodeando su futón.

—¡Por fin reaccionaste! —chilló Nezuko soltando un suspiro de alivio levantándose del suelo—. Ya comenzabas a preocuparnos. Iré a buscar al médico. ¡Te lo encargo, Zenitsu! —mencionó al de haori naranja antes de salir como bólido de la habitación.

Este se limitó a asentir cabizbajo ahogando un gemido asustado mientras tomaba distancia con él.

—Ugh, qué horror que lo primero que tenga que ver al despertar sea tu cara de imbécil. —dijo Inosuke chasqueando con la lengua en desdén—. ¿Ahora qué mierda me pasó? ¿Por qué sigo aquí? ¡Responde!

—¡Guaaaa! Y-Ya voy, no me grites. —sollozó cubriéndose la cara con sus manos—. T-Tanjiro nos dijo que te caíste de un árbol y tuviste algo así como un ataque de pánico. ¡Y-yo que sé!

—¡¿QUIÉN TE DIJO QUÉ?! —se forzó a reír esbozando una sonrisa socarrona—. De toda la estupidez que dijiste puedo asegurarte que "Ataque" fue el que yo le di a ese Monjiro y "Pánico" fue lo que sintió al ver mi grandioso potencial en combate.

—Ush, a este lo tiraron del monte. —masculló Zenitsu en tono grave llevando la vista al techo.

—¿¡QUE MI MONTAÑA QUÉ?! —gruñó Inosuke tomándolo del uniforme alrededor de su cuello para luego dirigir el puño a su mejilla haciendo que cambiara de expresión a una aterrada, pero antes de impactar el golpe sobre su rostro, fue interrumpido por Nezuko abriendo la puerta seguida de una viejecita entrando a la habitación.

—¡Joven cazador, qué gusto que ya despertó!

—¿Y qué va a hacerme usted, anciana decrépita? A duras penas puedo sentir que camina. —rechistó Inosuke robándole un jadeo a Nezuko e inmediatamente después su pequeña mano salió volando hacia su rostro, azotándolo en una cachetada tan certera que logró voltearle la cara al otro lado.

—¡No seas grosero! —chilló inflando los cachetes impetuosa, irritando más a Inosuke que yacía marcado por su mano en la rosada mejilla.

—¡ERES UNA-

—Descuida pequeña. —intervino la señora con una plácida sonrisa en los labios llamando la atención de los tres—. El joven tiene razón. Quien lo atenderá será el doctor. —agregó dejando pasar al hombre detrás de la puerta que había atendido a Zenitsu, Nezuko e Inosuke la noche que llegaron al blasón.

—Bien, que sea rápido. —silbó petulante desgarrando la camiseta que cubría su torso para darle mejor maniobra—. Compruébele a estos dos quién es el más fuerte.

Nezuko y Zenitsu se retorcían de rabia al verlo exento de consecuencias incluso cuando su comportamiento era tan desidioso.

Maldito sin vergüenza.

—Efectivamente. —habló el doctor de la nada espabilando a los demás retirándose su estetoscopio—. Todas las heridas físicas del joven cazador son casi imperceptibles.

—¿¡VEN!? se los-

—Sin embargo... —apabulló mirando a Inosuke directamente a los ojos pasándole una linterna sobre ellos haciéndole parpadear varias veces cubriéndose de la luz—. Todo parece indicarme que está desarrollando ataques de pánico, incluso me gustaría descifrar si podría ser TEPT.

—¿TEPT? —murmuró Nezuko frunciendo el ceño.

—«Trastorno de estrés postraumático», señorita. El joven parece presentar una condición que-

—¡¡YA DÉJESE DE TONTERÍAS!! —vociferó Inosuke abalanzándosele al cuello sacudiéndolo con violencia—. ¡¡NO ENTENDÍ NI UNA PALABRA DE LO QUE DIJO!! ¿¡QUÉ NO HABLA ESPAÑOL?! ¡¡SOLO DÍGALES QUE ESTOY BIEN Y YA, VIEJO RANCIO!! Y MI NOMBRE ES INOSUKE HASHIBIRA, IDIOTA, DEJE DE LLAMARME "JOVEN".

—¡Ya suéltalo, desquiciado! —lo regañó Nezuko tomándolo de los hombros con fuerza para volver a sentarlo en su lugar y funcionó—. ¡Una disculpa doctor! Muchas gracias por el diagnóstico. Nos aseguraremos de atenderlo como se debe una vez nos expliqué bien a Zenitsu y a mí cómo poder tratar su condición.

—¡¿PERO DE QUÉ CONDICIÓN ESTÁS HABL-

—Creo que es mejor que se retire mientras logramos tranquilizarlo, doctor. —irrumpió Zenitsu profundizando su voz luego de tener suficiente con Inosuke—. En un momento atenderemos sus indicaciones.

—Claro que sí. —sonrió el hombre tomando sus cosas para luego salir por la puerta despidiéndose junto a la viejecilla.