Papá busca ayuda[Tk]

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TaeHyung solloza con la pequeña criatura entre sus brazos, ofreciéndole el calor que se merece. Y desea no tener estos espasmos que le causa el llanto, pero su mente y cuerpo no encuentran otra cosa qué hacer tras la noticia dada.

—Lo lamentamos mucho, señor Kim. Hicimos todo lo que pudimos, pero su omega no resistió y...—Hace una pausa cuando se percata de que no está siendo escuchado, suelta un suspiro; resignado—Lo lamento—Dice por última vez, decidiendo darle tiempo y espacio para la asimilación de la muerte de su esposa—Le daremos unos minutos para poder retirar a la bebé y llevarla a revisiones, sería bueno que sintiera su presencia para que lo reconozca como su padre alfa.

Sería complicado. Entre el matrimonio Kim no existía una marca, por lo que la cachorrita no tenía un lazo directo con su padre, no lo sentía, no lo reconocía desde su nacimiento. Y esto definitivamente podría traer consecuencias, pues su madre, -con la que ya había formado un lazo desde el vientre-, acababa de perder la vida segundos después de dar a luz.

Dio todo por ella, por su pequeña hija. TaeHyung estaba tomando su mano, cuando aquél débil "Cuida de ella, sé que eres capaz de hacerlo solo." Fue escuchado por el alfa, quien no pudo sentirse más alarmado y destrozado, era la despedida de la omega. Fue, probablemente, la vez que TaeHyung más lloró. Quizá con Georgianna nunca había formado este lazo de pareja lleno de amor y pasión, pero le había tomado este cariño grande y habían aprendido a convivir y compartir sus vidas después de su matrimonio arreglado. No eran infelices, sabían llevarse bien y cuando les pidieron descendencia -Pedido de sus padres-, lograron en su primer intento, el cuál fue la primera vez compartiendo el celo de la omega.

Ahora el alfa sostenía a dicha descendencia, su cabello lacio y azabache como el del alfa y la piel tan blanca como la de su madre, sus pequeños ojos apenas se abrían, marrones y grandes, puede notar el alfa entre los pequeños ocasionales parpadeos que da la criatura. TaeHyung sintió el amor llenarlo por primera vez.

Su cachorra.

Su corazón latiendo desbocado cuando un lloriqueo sale de la bebé, se alarma de inmediato y llama a la primera enfermera que encuentra mientras sostiene tenso a la bebé en sus brazos. Su voz ronca ya de por sí se nota más por el llanto ahora interrumpido por la preocupación que le causa el llanto de su hija.

—Y-yo no... no sé qué- no sé qué hice mal, yo solo...—La enfermera le regala una sonrisa suave, ya sabía la situación del señor Kim, entonces estaban tratando de tener sumo tacto con el alfa.

—No se preocupe, señor Kim. Es totalmente normal, tal vez solo necesite un biberón y una pequeña siesta, ¿lo intentamos?—La omega rondaba por los treinta años, pero desde los veinte practicaba su carrera, por lo que un bebé llorando no la hacía inmutarse, a diferencia del alfa que parecía intranquilo por el llanto, tan preocupado.

—Por favor, sí.

Quiso entregarle a la pequeña, pero inmediatamente la enfermera negó.

—Tenemos qué intentarlo con usted alimentándola. Si logramos que acepte la fórmula, lo ideal sería que la reconozca de usted, que usted la alimente.

—Oh, sí. Eso, eso estaría bien, sí.

—Puede mecerla un poco, a veces les cantamos suave y bajito, quizá un arrullo. Iré por el biberón, ¿sí? No tardo
—Y se retiró de la habitación.

TaeHyung comienza a dar palmaditas y a mecer con ligereza sus brazos, pero el llanto aumenta junto con su desesperación.

—Tiene qué estar tranquilo para que ella lo sienta. Si se pone tan nervioso ella puede olerlo, señor Kim—La misma enfermera entra luego de unos cortos minutos.

Oh, eso era.

—No pensé que... lo notaría.

—Pues lo hace—Le da a conocer con una sonrisa más débil que feliz—Será un proceso, señor Kim. Un poco largo, pero no es nada difícil de aprender. Usted puede, ¿de acuerdo?—Coloca al frente el biberón que sostenía entre sus manos, su cabeza se ladea, comprensión y un poquito de pena por el alfa cuando lo mira tan desconectado.

—De acuerdo—Asiente, intenta convencerse mientras toma el biberón con una mano y lo guía a su cachorrita. Sorbe su nariz y sus ojos hinchados y ligeramente rojizos se enfocan en la bebé.

Claro que podría.