"Me estoy arrastrando hacia ti"
—Eres muy injusto Taehyung, me has hecho desearte todas las noches sin oportunidad de tocarte como lo he anhelado.— Los besos en su cuello por parte de su esposo lo llevaban hasta el borde de su libido.—Por esa razón no me detendré esta noche.
—¿He pedido que te detengas acaso?— Su cintura era presa de dos manos que se ajustaban como grilletes a su alrededor.—Ven a mí y déjame mostrarte lo mucho que puedo complacerte.— La sensualidad se apoderó de cada uno de sus movimientos mientras bajaba de sus piernas y lo llevaba a la habitación.—Quiero que te arrastres por mí, cariño ¿Puedes complacer eso?
—Haría todo por ti, Sweettie— Jungkook se arrodilló en el piso desnudando su cuerpo en el proceso bajo la atenta y lujuriosa mirada de Taehyung.— ¿Te gusta lo que ves?— Su respuesta fue un dedo que lo incitaba a llegar hasta donde estaba sentado en la cama removiendo su cuerpo inquietantemente.— Estás deseando que te toque y haga contigo todo lo que me plazca ¿No es así?
—Me gusta ver lo sumiso que puedes ser para complacerme Jungkookie.—Le permitió acercarse hasta que uno de sus pies reposó sobre su frente.— ¿A ti te gusta lo que ves?
—Mentiría si dijera que lo que llevas puesto no hace que imagine todo lo que puedo hacerte.— Su lengua marcó un camino desde sus tobillos hasta su entrepierna sin perder el hilo o dejar una porción de piel sin lamer.—Puedo sentir lo húmedo que estás desde aquí.
—Hazme sentir que no debo arrepentirme de dejar mi orgullo a un lado para dejarte tenerme.— Un suspiro profundo y en forma de queja se apoderó de su garganta por la forma tan magnífica en la que Jungkook exploraba entre sus piernas abiertas sin piedad de él.
—Yo sólo quiero que te quedes en este momento conmigo ahora, mañana y por el resto de nuestros días cómo esposos.—Giró su cuerpo para deshacerse de su ropa y dejar a su vista su espalda larga y cremosa, tan esbelta y deseosa de sus marcas.—Eres una belleza Sweettie, quiero tocarte y tomarte hasta el cansancio.—Sus Labios se posaron a lo largo de su espalda marcando a su paso cada porción perfecta de piel.
Sus manos se posaron en sus pomposos glúteos acariciando con fervor hasta dejarlos completamente rojos, dejando caer de paso palmadas constantes que le hacían arder la piel, pero que, a la vez, disfrutaba como el carajo.
Taehyung quería gritar, quería mostrarle a Jungkook lo mucho que estaba disfrutando su encuentro, el roce de sus cuerpos lo quemaba hasta más no poder, esa sensación de éxtasis en su pecho le exigía más.
—Jungkookie por favor~ ten piedad de mí.—Con desespero se frotó en su entrepierna totalmente despierta dejando salir un gemido de satisfacción que llenó el pecho de Jungkook de orgullo.
—¿Estás así de desesperado? ¿Te gusta esto?—Jugó con su pene rozando en su entrepierna y ano.—Justo así deseaba tenerte.— Llenó sus dedos de lubricante y los esparció entre sí con lentitud para provocar al cuerpo desnudo que estaba a sus merced.— ¿Quieres que lo ponga dentro de ti y te haga gritar y gemir hasta más no poder? Porque yo sí tengo ganas de escuchar como me ruegas por sentirlo.
—No creo solo en palabras Jungkookie.—Sus palabras se ahogaron y fueron reemplazadas por un suspiro de satisfacción al sentir do dedos ingresar en él con un poco de resistencia.— Oh Dios mío.—Sus ojos giraron en sí del placer que recorría su cuerpo en ese momento.
—Tan solo con mis dedos te retuerces de esta forma ¿Qué harás cuando sientas todo mi pene abriéndose paso dentro de ti?
—Callate de una buena vez y hazme tuyo carajo.—Iniciaron un beso desordenado y demandante que demostraba lo mucho que anhelaban tenerse por completo.— Es tan grande que siento que no va a entrar.
—Claro que lo hará.— Jungkook giró su cuerpo quedando frente a frente, tomando con una de sus manos sus pezones hinchados y con la otra dejandose ir dentro de él.—Estás tan estrecho que me encanta.
Las penetraciones iniciaron con fuerza, sacando lágrimas de sus castaños ojos y gemidos que podían escucharse incluso fuera del cuarto.
El salvajismo de Jungkook lo llevaba al cielo una y otra vez, sus manos benditas acompañaban su ritmo demandante.
—Eres todo mío, Sweettie.—Las mordidas en su cuello eran suficientes como para dejar marcas difíciles de quitar.— Así quería tenerte, dispuesto para mí y con ganas de que te profane y expanda por completo.
Taehyung ni siquiera podría articular palabra, la asfixia de Jungkook en su cuello le impedía respirar bien pero lo hizo llegar a su punto máximo de orgasmo.
—Mira lo mucho que te corriste.—En cuatro tocaba su punto dulce sin cesar, no sabía si estaba dormido o despierto, divagando entre el placer y un punto de desmayo.—Esto no termina aquí, mi amor.—Con fuerza dejó salir todo de sí hasta verlo resbalar por sus muslos interiores y temblorosos.— Me contuve tanto tiempo y ahora no te dejaré descansar, mi Sweettie
Fin
Pido perdón si no es lo que esperaban