Yoongi sale del closet y lidia con los incómodos intentos de su padre por juntarlo con su nuevo hermanastro: Park Jimin.
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Yoongi tiene dieciséis cuando decide confesarle a su padre que es gay y, contrario...
⋆.ೃ࿔ este capítulo y el próximo llegan gracias a april/mar que los comisionó en kofi ♡ muchísimas gracias por amar latidos, tequieromucho ೄྀ࿐
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La mirada de Jimin era calcinante, y cuando la posaba sobre la suya, Yoongi sentía que le quemaba los ojos. A veces era agradable, cálida, aunque, la mayoría de las veces, como esa, era terriblemente asfixiante. El corazón de Yoongi palpitaba tan fuerte, que los latidos le tamborileaban en la garganta presurosos y asustadizos.
—¿Q-q-qué ha-haces ahí? —logró preguntarle en un hilillo de voz. Jimin volvió a sonreír, su dientito torcido relució bajo la suave luz que el sol extendía sobre su ventana—. ¡Te dije que te fueras! —exclamó, molesto.
—Y no quise irme —respondió Jimin cruzándose de brazos.
—¡Es mi habitación!
—No me importa
Yoongi se levantó de la cama con enfado, tomó la muñeca de Jimin y lo levantó del suelo para sacarlo de la habitación. Jimin forcejeó hasta soltarse, dio media vuelta y corrió dentro de su habitación, se subió en la cama con torpeza, rodó en el colchón y cayó de rodillas al otro lado.
—¡Ya no puedes sacarme! —le gritó—. ¿Y qué vas a hacer?
—Eres insoportable. —Yoongi apretó los puños caminó con decisión en su dirección.
—Mira quién lo dice... —Jimin pegó un grito, empezó a correr en círculos y volvió a subirse en la cama.
—¡Quédate quieto!
—¡Me vas a volver a agarrar así de la muñeca y me duele! —exclamó mientras se tiraba al piso con torpeza.
—Solo sal de aquí —respondió Yoongi en otro grito señalando la puerta con la mano.
—¡Bien! —Jimin salió de la habitación, enfadado.
—¡Bien! —le respondió con más agresividad mientras él cerraba con brusquedad. Luego, al percatarse de que estaba solo se dejó caer de rodillas y se cubrió el rostro con una almohada para ahogar un grito—. ¡¿Cómo me puede pasar esto tantas veces?!
Después de que Yoongi se metiera a la ducha con extrema cautela y se devolviera a su cuarto con el sigilo de un gato precavido, se vistió con rapidez y bajó las escaleras justo cuando Yun terminaba de servir el desayuno. Jimin ya había terminado y estaba sentado en el vestíbulo lidiando una cómica batalla con sus botas para atárselas correctamente.
—Gracias —dijo Yoongi e hizo una reverencia cuando se sentó. Yun le regaló una sonrisa amable y se acomodó con delicadeza en la silla de enfrente—. ¿Ya se van? —preguntó mientras veía de reojo a Jimin.
