Park Jimin encontró el amor, de diferentes maneras.
Su alma gemela.
Un amor Intenso.
El deseo y al final... encontró a lo que más temía...la soledad.
ESTO ES UN FANFIC. LOS PERSONAJES AQUI MENCIONADOS SON MERAMENTE FICTICIOS. LENGUAJE FUERTE EN ALG...
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Los días fueron pasando; Jimin estaba más que concentrado en sus clases de actuación y en su personaje que estaba por interpretar.
Hoseok estaba más que contentocon el desarrollo que Jimin estaba teniendo en los ensayos de la obra.
Hoseok sabía mucho de actuación, lo llevaba en la sangre gracias a su padre que ya era un actor de teatro retirado. Pero el chico había aprendido mucho de él, sin embargo era como dicen, un diamante en bruto, así que estaba perfeccionando sus dotes en la academia de actuación.
Cómo director de teatro, era muy estricto así como maestro de baile.
Los actores involucrados en la obra incluyendo Jimin, ponían especial atención a todo lo que Hoseok les indicaba.
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Jimin había dejado su auto en el estacionamiento de su departamento, ya que se lo prestaría a su padre para algunas diligencias.
Y eso fue aprovechado por Hoseok para ofrecerse en llevarlo de regreso a casa en su motocicleta.
Ya entrada la noche, los dos chicos llegaron estacionando el pesado vehículo frente al edificio.
Jimin bajó, quitándose el casco para entregarlo en manos de Hoseok, mientras que el mayor admiraba el gran condominio soltando un chiflido de sorpresa.
-¡Whuooo! Así que aquí es donde vives.
Jimin sonríe. -Si, aquí vivo. Piso trece penthouse número seis.
-Salgo con un chico de la realeza. -dijo Hoseok acercando el menudo cuerpo ajeno al suyo, plantando en sus labios un beso corto pero apasionado.
Jimin termina el beso, sonríe y da un golpecito en el pecho ajeno. -No exageres, ¿cual realeza?
-Eso eres, mira dónde vives, ni en sueños podría comprarme algo así. Además eres un príncipe...mi príncipe. -otro beso fue a parar en los labios ajenos.
Jimin simplemente no podía evitar sentir una corriente eléctrica recorrer su espalda, ni mucho menos podía evitar corresponder a esos besos, tan apasionados y tan tiernos al mismo tiempo.
Separaron sus labios, mirándose fijamente, sonriendo el uno al otro.
-Me parece que nos estamos excediendo. -dijo Jimin.
-¿Hay algo de malo en eso? -respondió el mayor acariciando la mejilla del más bajo.
