Había pasado días en donde Jennie se preguntaba si Lisa aún la quería, ya no la tocaba, no buscaba besarla, solo recibía los besos que ella le daba y cuando intentaba avanzar más, Lisa la detenía diciendo alguna escusa y se alejaba.
Pero había algo que no podía negar, le gustaba ver felíz a Lisa, todo le estaba yendo bien. El trabajo en la nueva empresa estaba trayendo mucho dinero a casa, sus diseños se estaban vendiendo muy bien, incluso su jefa le dió más libertad y confianza dándole cargos más altos.
Tanto fue así, que de manera tan rápida ya tenían un nuevo auto. A pesar que Lisa ya no la buscaba, siempre encontraba nuevas cosas y regalos para ella al llegar a casa. Lisa se dormía antes de que ella llegara, pero dejaba ropa, zapatos, maquillaje, electrodomésticos u alguna otra cosa que a Lisa se le ocurría.
¿esa era su manera de demostrar que aún la amaba? No lo sabía, pero extrañaba demasiado la manera de amar de Lisa, no la de ahora, que solo era material.
Jennie cayó sentada en el sillón, en su mano sostenía aquella laptop que Lisa le había comprado. Sus ojos comenzaron a cristalizarse a pesar que ella trataba de evitarlo. Cerró sus ojos y sus lágrimas resbalaron por su mejilla.
Pudo sentir el tacto de Lisa limpiar aquella lágrima de su mejilla derecha, pudo sentir aquel amor que tanto extrañaba. Pero al abrir los ojos y tener la esperanza de ver a Lisa junto a ella, notó con duda que ella no estaba.
¿La extrañaba tanto...que solo fue su imaginación?
***
Al día siguiente Jennie regresaba del trabajo una hora antes, el restaurante había cerrado temprano por el cumpleaños del dueño. La castaña sonrió levemente al ver a Lisa salir de la cocina con una taza de café en mano, pero Lisa pareció incomodarse por su presencia y sin decirle nada, se dirigió a la habitación, algo que hizo entristecer a Jennie.
_Lisa - Jennie ingresó a la habitación detrás de ella, la pelinegra quería ingresar a la cama pero Jennie tomó su brazo - tenemos que hablar.
_Tengo sueño, hablamos mañana - alejó su brazo de ella.
_¿qué es lo que te pasa? - preguntó con tristeza - parece que ya no eres la misma - atrajo la mirada seria de Lisa - me alegra que te esté yendo bien, eso no me molesta, pero necesito de regreso a mi prometida. Ya no me tocas, ni me besas, ni siquiera me abrazas, ¿acaso...ya no te gusto? ¿Es eso? ¿o...conociste a alguien más?
_¿esto son celos, Jennie? - preguntó seriamente - trabajo todo el día para darte lo que siempre quisiste, ¿y vienes a reclamarme?
_No es un reclamo, solo quiero una explicación, que sepas cómo me siento. Intento acercarme a tí pero...
_¿ya te viste en un espejo? - levantó la voz - antes eras una mujer muy hermosa, pero desde que nos mudamos eres tú quien a cambiado. Ya no te arreglas, ni te maquillas, hasta has subido de peso, ¿crees que me vas a atraer así? - las luces de la sala comenzaron a parpadear.
_¿eso...es lo que piensas? - sus lágrimas caían.
_Eso es lo que eres.
_¿entonces por qué sigues conmigo? Si ya no te gusto...- su voz se quebró, las luces de la lámpara de la habitación parpadeaban levemente - es mejor terminar...¿quieres eso?
_Si quieres irte, házlo - respondió sin alguna pizca de sentimiento - tú eres quien está terminando la relación, no yo.
_¿está bromeando? - Jennie rió con amargura - ¿para que quedarme donde no me quieren? Dices que ya no te gusto, ¿pero tampoco quieres terminar? ¡¿o eres tan cobarde que solo querías que yo terminara la relación?!