15

69 8 0
                                    

Pasaban los días y las cosas se ponían más intensas para Kai y Charlotte. Las discusiones eran más frecuentes de lo normal incluso más frecuentes que antes de que decidieran terminar su relación hacía un año. La confianza era menos y Charlotte sentía un fuerte peso en los hombros que no podía explicar. Era viernes y Charlotte había quedado en visitar a Danny. Casi siempre lo hacia los viernes y hoy tenia muchas ganas de verla. No había pasado una buena semana y no podía esperar para contarle todo. Mientras desayunaban Kai volvió a gritarle por haber tomado su teléfono y moverlo a otra parte. Ambos estaban muy a la defensiva, pero él más que ella. Charlotte no sospechaba nada con eso, pero le parecía algo muy tonto pues ella siempre le dejaba a la vista su teléfono. Estaba siendo dramático. Eran las cinco y media y Charlotte finalmente había dejado la casa. Kai no quería que fuera e inicio una vez más otra tonta discusión, pero esta vez Charlotte no le dio más atención y lo dejó discutiendo por su cuenta. Llegó rápido a la casa de Danny que estaba muy iluminada. Probablemente había llegado a la hora que estos cenaban. Chris estaba en casa así que debían estar cenando. Toco el timbre varias veces y a la tercera vez Danny abrió la puerta. La miro como si fuera una desconocida.

— al fin llegas — dijo moviéndose a un lado para que entrara.

Charlotte suspiró. Danny odiaba la impuntualidad y ella había quedado en llegar a las cuatro para cenar todos juntos. Claro, con Kai se le complicó todo. Miro para la mesa, pero ya no habían platos con comida ni migajas. La más estaba limpia y ordenada así que ya habían comido hace rato. Se asomó para la sala y ahí vio a su mejor amigo tirado en el sofá. No fue rápido a saludarlo pues tenía con Danny una conversación pendiente y debía excusarse.

— perdón por la demora, no estoy pasándolo bien— dijo en voz alta lo que hizo que Chris se levantara del sofá para averiguar que pasaba.

Danny rodó los ojos y cruzó sus brazos ante Charlotte.

— ¿Kai otra vez? — preguntó harta de odio.

Chris disimulo sentándose en la cocina en donde se podía oír con más detalles la conversación. Agarró el celular e hizo como si estuviera chateando con alguien cuando claramente en la pantalla no había nada. Miró a Danny y a Charlotte por encima del teléfono con mucha atención.

— me gritó esta mañana. Solo agarré su teléfono para moverlo porque iba a limpiar la mesa y me llamó otra vez tóxica — explicó mirando a Chris. Sabía muy bien que estaba oyendo.

Danny suspiró manteniendo la calma pues siempre trataba de advertirle sobre Kai y es como si Charlotte estuviera sorda. La verdad es que nadie podía culparla. Kai fue su primer novio y con quien hizo todo por una primera vez. Había sido su lugar seguro, su sol en esos días tristes y quien siempre le había acompañado en cada momento. Estuvo en la muerte de su tío y en la de su gato. La vio tener su primer trabajo y la ayudo a pagar la universidad cuando apenas contaba con dinero. Kai no siempre había sido el tipo que ahora era, pero por alguna razón algo en él o más bien en ellos era más diferente.

— eso no esta nada bien, Char — respondió cruzando los brazos con más fuerza.

Charlotte negó con la cabeza.

— yo lo entiendo. Esto es lo que gano por actuar de esa forma con él — dijo mientras los ojos se llenaban de lágrimas.

Danny la envolvió en un abrazo fuerte. Chris quiso unirse, pero se suponía que no debía estar escuchando nada. Kai era su compañero de equipo y amigo. No estaba bien meterse mucho porque al final podía interferir en su compañerismo y no quería eso. No quería enemistad ni momentos incómodos en los vestidores. Aunque Charlotte seguía siendo su mejor amiga y daba lo que fuera por ella. Tampoco iba a quedarse completamente callado y sin hacer nada al respecto, pero lo haría más sutilmente y más calmado. No como su novia, Danny, quien estaba loca por reventarle una lámpara en la cabeza al alemán. Nadie odia más a tu ex novio que tu mejor amiga, Danny era la definición de esa frase.
Antes de que Danny continuará Chris ya se había levantado de la mesa y venía caminando con brazos estirados hacia las dos. Otra vez volvieron a caer lágrimas de los ojos verdes de Charlotte y Chris la envolvió como su fuera una sabana.

𝐓𝐫𝐚𝐢𝐭𝐨𝐫 | Mason Mount Donde viven las historias. Descúbrelo ahora