El rey ultra magnus se percata del cambio de comportamiento de optimus así que le pregunta a ratchet al respecto, enterándose de que su hijo, está enamorado de una humana. El rey ultra magnus se enfurece y confronta a Optimus, su hijo más joven, justo en el lugar donde el y bumblebee han estado coleccionando los objetos humanos. Dada su molestia, destruye todo a su paso con su tridente incluyendo una estatua de Faby que cayó en el naufragio. Cuando el rey ultra magnus se va, las morenas blitzwing y shockwave pasan cerca de ahí y persuaden a optimus, de visitar a Starscream, el malvado brujo del mar y de los abismos, diciendo que el puede ayudarla a convertirse en un bot normal. Interesada en tal propuesta, optimus acude con bumblebee al refugio de Starscream, el malvado brujo del mar, junto con el par de misteriosas anguilas donde existen numerosos pólipos de sirenas y tritones que fueron víctimas de sus hechizos. Al llegar, optimus le cuenta a Starscream, el malvado brujo del mar, de su situación y le propone hacer un pacto para convertirla en un bot normal durante tres días, a cambio de su voz. Optimus acepta y tras un encantamiento su cola de sirena se convierte en un bot normal de dos piernas y su voz es capturada por optimus, el brujo del mar, que la guarda entre sus pertenencias de su colgante en forma de caracol, como pago por las piernas que le ha otorgado. Al cabo de tres días, Optimus debe recibir el beso del «verdadero amor», (en este caso, de la princesa Faby), o de lo contrario estaría condenada no solo a volver a ser sirena sino a vivir como pólipo en la cueva de Starscream, aunque en realidad lo que el pretende es utilizar a optimus para que su padre ocupe su lugar y así ser el nuevo gobernante de los mares. En todo momento optimus es consciente de esta condición y acepta firmar el contrato, y una vez convertida en un bot normal, bumblebee y ratchet se encargan de llevarlo a la superficie y conseguirle algo de vestimenta.
El rey Ultra Magnus, preocupado por el cambio repentino en el comportamiento de su hijo Optimus, decidió hablar con Ratchet, el cangrejo bot, para entender lo que estaba sucediendo. Ratchet, con cautela, reveló el secreto de Optimus: su hijo estaba profundamente enamorado de una humana, la princesa Faby. La noticia enfureció al rey, y se dirigió hacia el lugar donde Optimus y Bumblebee solían coleccionar objetos humanos.
Ultra Magnus llegó al lugar con una mirada severa, su tridente en mano. Sin mediar palabra, comenzó a destruir todo a su paso, incluyendo una estatua de Faby que había sido recuperada del naufragio. Optimus miraba con pesar cómo su padre arrasaba con sus tesoros.
Cuando el rey Ultra Magnus se marchó, dos morenas sirenas, Blitzwing y Shockwave, se acercaron a Optimus. Le persuadieron para visitar a Starscream, el malvado brujo del mar, quien supuestamente podría ayudarlo a convertirse en un bot normal. Intrigado y desesperado por estar con Faby, Optimus, acompañado por Bumblebee, siguió a las misteriosas sirenas.
Finalmente, llegaron al refugio de Starscream, un lugar sombrío con numerosos pólipos de sirenas y tritones que habían sido víctimas de sus hechizos. Optimus relató su deseo al malvado brujo del mar y propuso un pacto: a cambio de dos piernas y la capacidad de convertirse en un bot normal durante tres días, entregaría su voz. Starscream, intrigado por el trato, aceptó. Mediante un oscuro encantamiento, la cola de sirena de Optimus se transformó en dos piernas y su voz fue capturada por el brujo y guardada en un colgante con forma de caracol.
Pasaron tres días y Optimus sabía que su tiempo como bot normal tenía un límite. Debía recibir el beso del "verdadero amor", en este caso, de la princesa Faby, o su destino sería convertirse en un pólipo viviendo en la cueva de Starscream. Sin embargo, Optimus era consciente de las maquinaciones del malvado brujo, quien en realidad pretendía usarlo para ocupar el lugar de su padre como gobernante de los mares.
Optimus aceptó firmar el contrato, asumiendo los riesgos de su apuesta por el amor. Con la ayuda de Bumblebee y Ratchet, lograron llevarlo a la superficie y conseguir ropa adecuada para su nueva forma. Optimus estaba listo para enfrentar el mundo humano y, con su voz guardada como pago, se aventuró en busca del beso que lo convertiría en un bot normal permanentemente y le permitiría estar junto a la princesa Faby.
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