Estrategia

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Una mañana cualquiera, en un día cualquiera el gran Loki vagaba por los prados del Valhala disfrutando de ese amanecer cualquiera. La tranquilidad era abundante cual extenso mar, hasta que a las lejanías noto la presencia de Quetzalcoatl y Kagutsuchi, los cuales por una extraña razón portaban sus vestimentas de guerra, el dios incitado por su chismoso interior se acercó a los nombrados.

— ¡Hey Quetzi, Suchi! ¿Porqué están vestidos así? Acaso van a molestar a alguien — la burla fue evidente en su expresión. 

— Deja de llamarme así — Kagutsuchi murmuró entre dientes su evidente desagrado al apodo que le puso el bromista dios — Además, el como nos queramos vestir para tomar un paseo dominical es lo último que debería importarte — agrego con molestia.

— No le hagas caso a Kagutsuchi, llevá molesto desde que lo levanté a las tres de la mañana— con un tono animado Quetzalcoatl se unió a la conversación — Y sobre tu pregunta solamente te diré que vamos a enfrentarnos al ejército de Huitzilopochtli — resumió su futura aventura con total alegría.

— Pero Quetzi, acaso ustedes... ¡¿PLANEAN UN SUICIDIO?! — la sorpresa e intriga se apoderaron del bromista dios — ¡Sabes si quiera lo peligroso que es enfrentar su ejército! — regaño al señor del viento señalandole de forma acusatoria.

— No estoy sordo para que me grites, acaso crees que no pensé los riesgos...— cruzándose de brazos, el señor del viento le dios la espalda al dios nórdico — Por que si es así, déjame decepcionarte al decirte que yo tengo una estrategia ¡¡IN-FA-LI-BLE!! — asiendo énfasis en la última palabra, le miro de reojo.

— Y cual es tu estrategia "infalible" si ni siquiera me la dijiste a mi — haciendo comillas con sus manos, el dios Kagutsuchi se dio a notar.

— Es muy sencilla, así que pongan mucha, pero mucha atención — ambos dioses un tanto dudosos asintieron ante lo dicho por su contrario — Cuando lleguemos al campo de batalla, si vemos que hay muchos soldados, entonces corremos — Loki junto a Kagutsuchi se miraron entre si totalmente confundidos — Si vemos que hay pocos, pues nos escondemos — agrego como si fuese el mejor plan de su vida.

— ¿Y si no hay nadie? — cuestionaron ambos dioses al mismo tiempo, a lo que Quetzalcoatl con una gran sonrisa respondió.

— En ese caso... — levantando ambos brazo grito a los cuatro vientos — ¡¡AL ATAQUE MIS VALIENTES!! — 


Y si, al final del día Quetzalcoatl y Kagutsuchi junto a la repentina union de Loki a su equipo, lograron "ganar" una pelea contra el poderoso ejército de Huitzilopochtli (si es que así se le puede llamar a pelear contra el iré).

Las locuras de Quetzalcóatl en el ValhalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora