Capítulo 7: Una visita inesperada

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Dan y Shany se habían adentrado a las cuevas cercanas a los pozos de fango. Estas, a diferencia de la ruta que habían tomado los niños, era mucho más amplia para un león adulto.

"Hace tiempo que no venimos aquí abajo" dijo Dan, "¿todavía recuerdas el camino?"

"Pues claro, recuerdo cada detalle de nuestra aventura de niños" respondió Shany. Luego, vio al frente, donde el camino se bifurcaba, "Bien, a la izquierda"

Dan estaba recordaba vagamente aquellas aventuras con Shany, lo que le hacía sentir un tonto.

"Lo siento si he olvidado muchas cosas" se disculpó el león, "No es que me haya vuelto a dar amnesia, es solo que... desde que me volví rey, tengo muchas preocupaciones sobre ti, mi hermano, los niños, las praderas, nuestros amigos del viaje... es mucho con lo que lidiar"

"Lo sé, pero por eso no debes olvidar todo lo que te llevó a lo que eres ahora" le tranquilizó Shany, "Después de todo, yo también soy la reina, ¿no es así?"

Dan rio ante la actitud de su pareja.

"Bueno, una cosa siempre recuerdo" le dijo finalmente, "Siempre me llenas de ánimo"

Mientras hablaban, las cuevas parecieron iluminarse poco a poco, terminando en una gran cueva llena de cristales tan brillantes que pintaban las paredes en tonos dorados y cálidos. No obstante, a penas había puesto sus patas para seguir avanzando, cuando fueron rodeados por una cantidad de diez topos amarillos. Cinco de estos se subieron sobre sus lomos y loas otros cinco se interpusieron en su camino, levantando ramitas como si fueran lanzas.

"¡Intrusos! ¡intrusos!" gritaron todos ellos.

"Disculpad si no nos presentamos" dijo Dan, siendo paciente, "Estamos buscando a un viejo amigo llamado Kuchimba"

"¡Eh! ¿Qué es este alboroto?" preguntó una voz un poco más vieja, pero familiar para ambos leones.

Detrás de unos cristales, apareció un topo más viejo, llevando consigo otra ramita, a modo de bastón.

"¡Kuchimba!" exclamaron ambos leones.

"No debéis gritar" les dijo este, acercándose, "Estoy viejo, no sordo"

"Perdona padre, ¿pero usted conoces a estos leones?" dijo uno de los topos.

"Puede, porque no veo, pero creo que ya nos conocemos, ¿verdad?" preguntó Kuchimba a los leones, "Creo que me sus voces son un poco similares"

"Sí, nos conocemos. Soy Shany; la hija de Tiifu" le recordó ella, "Y también estoy con Dan"

 Soy Shany; la hija de Tiifu" le recordó ella, "Y también estoy con Dan"

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"¡Shany! ¡Dan! Hace tiempo que no nos encontramos" respondió este. Luego, se volvió hacia sus hijos, "Niños, muestren respeto al Rey y Reina de las praderas"

Ante la mención de los reyes, de inmediato los otros topos tiraron sus ramitas e hicieron una reverencia. Cuando Dan les convenció para que dejen la reverencia, ambos le explicaron la situación a su viejo amigo.

El Rey León, Aventura antes del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora