Mi memoria es tuya

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Recuerdo con exactitud nuestra primera cita...

De mi casa, a la playa y a partir de ahí, todo era felicidad. Mucha. Toda la del mundo. Desearía que eso hubiese durado más.

Fue tan genial, tan desestresante.

Sentí demasiado alivio.

Tocar su piel, sus labios, y manos.

Una sensación asombrosa, que jamás volví a sentir. Se sentía... raro, era raro. Estaba feliz, y nervioso, por lo que el futuro nos tenía preparado.

Se sintió espectacular.

Sólo quisiera que hubiese durado más.

Quisiera que esa felicidad hubiese permanecido en nuestros corazones.

Aunque no me puedo quejar de lo que el futuro nos dió.

Él lloró, de felicidad, lo hizo. Lo hizo porque yo era asombroso. Eso, es algo que jamás olvidaré.