𝙲𝚊𝚙í𝚝𝚞𝚕𝚘 𝙳𝚘𝚜

448 81 11
                                    


Narrador omnisciente:

Después de aquel encuentro, el joven Seonghwa se encontraba un tanto asustado por lo que acababa de pasar en aquel confesionario, obviamente no se arrepentia, ya que habia sido perdonado por sus pecados. Aquel joven caminaba un tanto apresurado, deseaba estar en su casa y procesar lo que pasó entre él y ese sacerdote. En su mente creó varios escenario catastróficos si en ese pueblo se pueblo se enteran de que tiene a las dos almas más "impuras".

Seonghwa:

Antes de ir a nuestra cita para confesarme, lo pensé demasiado, tenía miedo en ese momento de que él pudiera saber lo que yo estaba pensando, tenía miedo de que pudiera percibir que me colocaba nervioso con el solo hecho de estar cerca de él. Estaba sintiendo sensaciones nunca antes experimentadas.

Antes de salir de ahí, él acordó otra cita este mismo día.

- Gracias, Seonghwa. Te espero esta noche en la capilla, por favor ven hoy a las 12:30 pm. - lo miré un tanto confundido, a lo que protesté.

- Pero padre Hongjoong, ¿no es un poco tarde? - a lo que él toma mi hombro y me mira.

- No te preocupes, yo estaré esperando, es importante. - finalizó y pasó por un lado de mi yéndose de ahí.

Salí de la iglesia y me dirigí a mi casa, decidí no contarle nada a mi madre, ya saben, secreto de confesión.

Narrador Omnisciente:

Cayó la noche, las calles un tanto solas y en ellas se encontraba aquel joven, joven el cual se dirigía a la acordada cita con aquella persona que le perdonó sus "pecados" sin saber que estaba dirigiéndose a cometer muchos pecados más.

Cuando el joven llega a dicho lugar, aquel sacerdote no se encontraba ahí. Él vió la puerta del lugar un poco abierta y decide entrar, cerrarlar y buscar aquella persona que le solicitó estar ahí.

Al llegar a la oficina del antes mencionado, encuentra la puerta entreabierta, y los quejidos se escuchaban claros, pero logró comprenden que era jadeos y suspiros. La curiosidad le ganó, decidió acechar la puerta entreabierta y lo que vió lo dejó fascinado.

El sacerdote se encontraba sentado en un sillón que se encontraba detrás de su escritorio, y observando por la orilla de aquella puerta pudo ver como su mano subía y bajaba de su hermoso pene. Verlo en ese estado, un estado de extasis, donde se autocomplacia, le puso la piel de gallina a Seonghwa, quería deseaba, anhelaba estar arrodillado nuevamente ante él.

Seonghwa:

Me quedé hipnotizado viendo lo que pasaba ahí, Hongjoong daba largos suspiros  mientras acariciaba la cabeza de su pene, mientras que con otra mano subía y baja, y entre jadeos escuchaba mi nombre.

No pude evitar suspirar debido a la aceleración de mi respiración y me excitación. Me encanta saber que él me desea como yo lo hago, que no mintió esta mañana al decir que todas sus pajas me las dedicaba.

- ¿Qué tanto estás esperando para poner tu boca aquí? - abrí un poco mis ojos - Sé que estás ahí viendo como me derrito por ti, entra que te deseo. - a pasos tímidos fui entrando a aquella habitación.

Antes de que pudiera acercarme por mi cuenta, él me agarro de mi corbata y me atrajo a sus labios, tarde poco en corresponder ese beso. Ese beso lo sentí como estar en el cielo, este hombre besaba increíble.

- Tienes unos labios deliciosos - dijo mientras me besaba.

Tiró un poco de mi cabello y me hizo mirarlo a los ojos, cuando me pregunta - ¿Estas listo para ser aún más perdonado? - solo me limité a asentir y atacar de nuevos sus labios. Él dejaba besos húmedos por todo mi cuello mientras salian jadeos de mi boca, y entre dientes me pide que me arrodille.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝕯𝖆𝖗𝖐 𝕮𝖔𝖓𝖋𝖊𝖘𝖘𝖎𝖔𝖓𝖘 (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora