'Life Or Death'

CAPITULO DOS

HAMBURGO / ALEMANÍA

8:00 p.m

Al llegar a la casa de la abuela de Liv, está las recibió con los brazos abiertos, feliz de que su nieta está bien y grande, once años, onces largos años habían pasado después que su hija y su esposo habían decidido vivir en otro país sin ninguna razón, y con ellos llevándose a su tesoro más preciado, su nieta, de vez en cuando podían verse cuando Liv estaba pequeña, a causa de que sus padres estaban trabajando o viajando y no se la  dejaban ver, es triste, pero liv ya está mayor, tiene 21 años y ya podía decidir por si misma. Las chicas encantadas, comieron y decidieron salir ya que querían recorrer la ciudad y de noche se miraban unos alumbrados muy modernos en los parques y establecimientos, Rikki estaba emocionada, ella había nacido en Alemania pero nunca había tenido la oportunidad de conocerla bien y no podían esperar, asi que salieron. Tuvieron que pedir un taxi, esos de aplicación para que pudieran llegar al cento de la ciudad, primero fueron a un parque donde había mucha iluminación, todo era tan hermoso, carros pasando las grandes calles, establecimientos llenos de gente, los sonidos de las discotecas a lo lejos, y luces que salían, al ver esto último Rikki quiso celebrar e invito a Liv a una de estas discotecas "Vamos porfavor Liv" decía Rikki rogándole para entra. "Yo nunca he entrado a una discoteca y además ya se iso de noche" decía la chica resistiéndose. " hay porfavor no seas aguafiestas, mira que solo dos cócteles y ya nos vamos, es solo para celebrar que ya estamos en Alemania, ademas nuestros papás no están" la chica ya había convencido a liv así que esta sin más. Acepto. "Okey, está bien, pedo solo uno" y así las dos chicas entraron a la discoteca y ese cóctel de convertiría no solo en uno si no en varios hasta no poder consumir uno más.

MIENTRAS TANTO

SUR DE HAMBURGO /  CASA DE ARNOLD

8:00 P.M

Al llegar, el hombre aturdido por lo que había pasado horas antes en los barrios bajos, varios sujetos con el mismo uniforme negro a los anteriores estaban rodeando la casa, unos en la entrada, en la piscina, en el garage incluso en una gran terraza estaban, habían decenas de ellos, sin duda Arnold era un hombre muy poderoso, este entro a la cosina y se sirvió un trago, no podía parar de pensar en ese hombre, el cuál había asesinado en sus propias narices a su mujer de ese mundo, tomaba de la copa desesperadamente, en eso otro hombre entra a la cocina, este se miraba diferente a todos los demás, tenía ropa de civil y no ese uniforme negro el cuál todos portaban, al verlo se podía deducir que este era el hombre de confianza de Arnold. "Señor, se encuentra bien?" Dijo el hombre viendo preocupado al Arnold, sabía que algo no estaba bien. "La mato...mato a Jesse...ese hijo de perra la mato en mis narices y no pude hacer nada para evitarlo!!!" Decía Arnold cogiendo al hombre de los hombros y bajando la cabeza con los ojos bien apretados. "Señor, habla de...", "Si, Javier!!...hablo de Tom, y adivina que...Si no le traigo una mujer muy hermosa para mañana, nos...ma-matara a todos, incluyendo a mi esposa e hija" decía volviendo a abrir los ojos y mirando fijamente a Javier, su hombre de confianza, al que le contaba y sabía de sus planes corruptos y torcidos, al que sabía las hostilidades que hacía."Oh mi dios, cómo es posible eso...yo...no creo que Tom pueda ser capaz de matar a su esposa e hija, crecieron junto usted señor", decía Javier incrédulo. "Javier... Tom es capaz de eso y más... así que... tráeme a una mujer para entregársela!!! pero de las mías no. No le entregaré mi mercancía a ese mocoso!! busca, busca en la ciudad en todo lado hasta encontrar una, y la necesito para mañana, si no lo haces yo mismo te mataré!!"
Decía Arnold tomando de la botella sin control alguno, "S-Si señor, en seguida se la traeré" dijo esto último, saliendo de la habitación, y cogiendo dos camionetas con cinco hombres,  los cuales ayudarían a raptar a una pobre chica, Saliendo los vehículos como flechas disparadas de la finca la cuál vivía el hombre, dirigiéndose a la ciudad, parecían lobos saliendo a casar una presa para su dueño.