capítulo 16

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Xochitl: Ella está...en coma... no sabemos cuando va a despertar- estás palabras hicieron eco en el pasillo, todos se quedaron callados ante el diagnostico. No lo creían posible.

Leo: En... ¿coma?- dijo asombrado y angustiado.

Xochitl: Sí Leo... en coma...-al decir esto el muchacho la paso de largo y entro a la habitación y se arrodillo frente a la cama donde ya estaba acostada la jovencita, parecía que solo estaba durmiendo.

Leo: Te juro que esto no va a quedarse sin castigo- dijo tomando una de las manos de T/n, mientras planeaba que hacer.

El castaño soltó las manos de la joven para después darle un beso en la frente y salir de la habitación rumbo a los calabozos que estaban en el sótano de la hacienda, al bajar a ese lugar camino por un largo pasillo oscuro con un olor intenso a humedad alumbrado de una pequeña antorcha que a duras fuerzas alumbraba, mientras caminaba más se enojaba pensando que era lo que le diría a Juan, más bien que le haría, pero no se quedaría de brazos cruzados ante su acción. Estuvo o está aún a punto de perder a su esposa.

Cuando llego al calabozo de Juan se veía todo oscuro por lo que acerco la antorcha a las rejas para alumbrar y ver si él estaba adentro. Ante tal acción pudo observar a Juan sentado en una esquina del cuarto ensangrentado por los golpes que Leo le había dado anteriormente, el muchacho colocó la antorcha en la pared a su lado. El otro muchacho al ver la luz proveniente de afuera de su calabozo pudo apreciar a Leo de pie a unos cuantos metros de él, atrás de la reja que los separaba, al verlo se puso de pie y se acercó a las rejas.

Juan: ¿Como esta ella? -agarrando con su mano derecha uno de los barrotes de la reja-

Leo: Tienes el sinismo de preguntar después de que ¡CASI LA MATAS! -esas últimas palabras las acentuó para recordarle lo sucedido- ¿Qué necesidad de hacerle daño?

Juan: No la puedo ver más a tu lado después de todo el daño que le haz causado, como dije... si no la puedo tener yo... nadie la tendrá incluso tú.

Leo: Eso es demasiado egoísta de tu parte, como ella está en esta situación y tú sigues vivo después de hacerle daño.

Juan: Más daño le haz hecho tú que yo...

Leo no aguanto más y metió sus manos por la reja para tomar del cuello de la camiseta a Juan -¡¡Está a punto de morir si no se hace algo!!... Todo por tu culpa...maldito imbecil- Leo tenia tanto coraje que de un chasquido lo hubiera matado pero quería ser el quien por sus propias manos lo hiciera sufrir y no con sus poderes.

Juan: No me vengas con nada... ni siquiera la puedes proteger en cambio yo si.

Leo: Claro que yo si la puedo proteger, ella estaba bien hasta que tú llegaste...

Juan: ¿y cuando se perdió su mogrusa escuincla en el mundo de los vivos? Dejaste que se sacrificara, igual, casi muere esa vez.

Leo: No le vuelvas a decir a mi hija así y ¿Tú como diablos sabes eso?- dijo  frunciendo el ceño y mirandolo atentamente en espera de una respuesta.

Juan: llevo vigilandola por un buen de tiempo, he seguido cada paso que da todos los días, por lo que se lo que le ocurrió, todo a detalle... ¿Quieres que te cuente más?

Leo: en cierto modo me siento asqueado, eres una especie de acosador y ¡¡¿como te atreviste a espiar a mi mujer?!!- diciendo esto jalo a Juan hacia los barrotes haciendo que se golpeara en la cara.

Juan: ¿Que te digo? Era mi trabajo y ella no esta nada mal eh -dijo de una forma un tanto picara- a pesar de ya tener una hija tiene un lindo y perfecto cuerpo- seguía diciendo mientras se mordía los labios, solo era para hacer enojar a Leo y lo logró.

Leo charro negro x T/N   segunda temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora