One Shot 9

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Solo son celos

Kazutora y ___

One Shot 18

Estaba tranquila en la ciudad, estaba por reunirme con Kazutora para tener una cita juntos, desde que salió de la correccional teníamos poco tiempo para vernos por los problemas con la pandilla, pero estaba feliz de que podamos recuperar el tipo perdido, incluso me había puesto una linda lencería debajo de mi vestido para hacer el amor con él.

En lo que lo esperaba me encontré con Hanma, un vecino que conozco de niña, y hacía tiempo no lo veía desde que me mudé.

-otro día deberíamos juntarnos a beber, y ponernos al día, ¿hace cuánto no nos vemos?- me dijo él del mechón divertido.

-¿no lose? Jajajaj ¿Ocho años? Creciste bastante, estás más alto- le dije divertida ya que de niños me burlaba de él y su baja estatura.

-y tú te vez muy hermosa por cierto, Kazutora tiene mucha suerte.

-jajaja gracias por el cumplido, tú también eres muy atractivo de seguro eres todo un rompe corazones -le dije amable y burlona ya que era cierto.

-____- oi su fría voz y al verlo sonreí aún más para ir a abrazarlo feliz de verlo besando su mejilla.

-nos vemos Hanma- me despedí de él para irme con mi novio.

Durante la cita lo noté bastante frío, cortante y lejano, talvez estaba cansado.

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Volvimos a mi casa, estaba cabizbaja, no salió nada como yo quería, estaba desanimada y fuimos a mi cuarto donde me puso contra mi cama mirándome enojado.

-no puedes decirle a nadie más que es atractivo, ni poner tus ojitos de cachorro o sonreír sonrojada, todo eso me pertenece a mí -me dijo moridendo mi cuello sacándome la ropa, estaba hecha un tomate -wow....esto, no lo esperaba -dijo sorprendido, tenía un sostén totalmente de encaje negro que se marcaba mi pezón erecto, una muy fina y pequeña braga del mismo color.

Me dió vuelta y quedé sobre él.

- estás duro....- dije apretando la erección sobre el pantalón

Desabrochando el pantalón.

- Cállate -enredó sus dedos en mi rubia cabellera, viendo mi rostro excitado reflejado en los ojos amarillos del capitán de la unidad especial anti-toman, que eran decorados con unas largas y perfectas pestañas negras y ese adorable lunar. -¿Sabes? No soy una persona paciente, no me pienso contener, estoy a nada de meter mi verga en tu boca y follarla hasta ver tu lengua chorreada de mi semen - me dijo deslizando su pulgar por mis labios - quiero hacerte llorar, quiero que ruegues por mi pene, que sea lo único en lo que pienses.

Estaba roja como un tómate por eso, era la primera vez que haría algo así, y que un hombre me hablaba así, me guío a arrodillarme entre sus piernas, acercó mi rostro al pantalón, desató la cuerda y frotó mi mejilla contra su verga aún cubierta por unas telas, observando maliciosamente.

Él más alto gimió incapaz de detenerse en ese punto, liberó su dolorosa erección, masturbándose sin pudor frente a mí rostro, acomodando mí cabello que caía húmedo sobre su frente.

-¿ Qué esperas?- empujó mis labios con su hinchado miembro- Está deseosa de invadirte y hacerte llorar.

Abrí la boca y lamí su extensión de la base hasta la punta, llevando mis manos a sus bolas, apretandolas y soltando, raspando con mis uñas mientras metía la punta de su pene en mi boca y succione con fuerza, sus bolas se tensaron y sus rodillas temblaron, estuvo apunto de correrse por tan poco.

- ¿Es que fantaseas conmigo~ Tora~? ¿Qué tanto deseabas que te la chupara? -pregunte sacando confianza no sé dónde.

Se acabaron los juegos y ser una buena chica.

Excitado y cabreado por mi actitud atrevida, sujetó mí cabeza y clavó su mirada con la mía. El Diablo queda pequeño comparada con la bestial forma en la mi novio me observaba.

-Abre la maldita boca y más te vale no vomitar.

Sonreí lentamente, orgullosa de haber cumplido su objetivo, estaba en su límite.

Ya sabía que tarde o temprano él tomaría el control, pero necesitaba provocarlo para que le diera lo que quería con la intensidad que mi cuerpo anhelaba.

Abrí la boca sin apartar la mirada, sacando su lengua, permitiéndole hacer y deshacer con mí cuerpo.

-Hoy serás mi gatita que beba leche - introduciendo dos dedos en mi boca, provocándome arqueadas. -tranquila - me dijo acariciando mí mejilla- qué ya te voy a alimentar.

Acercó la punta a mí boca, sujetó mí cabeza y empujó suavemente, dándole el tiempo a mí garganta para que se Expandiera y soportará semejante monstruo que empujaba más y más, centímetro a centímetro, hasta el topé, tragué repetidas veces para contraer los músculos y apretar la verga, viendo como sus brazos tensarse con cada acción.

- la tienes toda dentro.....estoy muy orgulloso, gatita.

Masajeando mí garganta, con dos dedos, sintiendo su propia protuberancia, divirtiéndose a costa mía, las lágrimas caían de mis ojos, no podía respirar.

Le dí tres toques a su pierna, acción que le hizo sonreír, sacando su pene lentamente, torturándome, para volver a meterlo, está vez más rápido, impidiendo que pueda inhalar el oxígeno que mis pulmones exigían, levanté la mirada, encontrándome con los ardientes ojos del más alto, vidriosos de placer, muy abiertos, sin querer perderse detalle de lo que estaba sucediendo.

Él me cargó en sus brazos para subirme y obligarme a enredar mis piernas en su cintura dónde sentía la monstruosa verga parada y dura otra vez contra mí trasero.

Él empezó introduciendo dos dedos en mí húmeda vagina, masturbándola sin piedad, apretándo mí trasero con la mano que me sostenía, manteniéndome en mi sitio, golpeando mi punto G, una y otra vez, mientras mordía y succionaba el área entre su cuello y hombro.

Esto era placer puro y duro. Gracias Hanma, gracias celos Sumamente tóxicos.

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Al día siguiente desperté adolorida, no sentía las caderas de tanta acción, mire el paisaje, mi novio durmiendo en mi pecho aferrado a mi, su espalda llena de rasguños, el suelo de mi cuarto un desastre de ropas, y condones cerrados, las dos cajas de condones vacia tiradas, y mis sábanas apenas cubriendo el trasero de mi novio que estaba sobre mi cubriendome, sonreí enamorada y comencé a acariciar su cabello, sin duda lo amaba, amaba a mi tigre toxicamente celoso, sexopata y posesivo.

Tokio Revengers One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora