Mi linda Yandere

capítulo 16

Anteriormente vimos que David está atrapado con la loca de Ariadna quien está enfocada a quedarse con el cueste lo que cueste, mientras ella tenía su plan entre manos por otro lado Ricardo tenía en mente matar a David ya que torturarlo y dejarlo solo no era suficiente para el, el quería más placer y David estaba deprimido en su cama pensando en que pudo salir mal o si acaso todo esto era un horrible mal que pasajero, por su mente pasaba la idea de morir o acabar ya con todo.

En una celda donde yacía acostada una chica de cabello café rojizo, solo había pensamientos de decepción con lo ocurrido y por no saber ayudar a su chico que ahora mismo estaba sufriendo, pensado en que había echo mal en todo este tiempo como para que la cambiarán, pero no, su chico no podría ser así ella sabía que lo habían forzado o amenazado a ejecutar aquellas acciones y ella se encargaría de descubrirlo pero habría que hacer unas cosas más.

En el patio de la cárcel Yamai se había echo a respetar ya que casi la apedrean, la razón pues de lo que se le acusaba pero ella dejo en claro que las acusaciones eran falsas.

////Ese mismo día////

David ese encontraba caminado por los fríos pasillos de la escuela Itan, pensado y con una mirada vaga, cuando sintió una mirada detrás de él.

¡Así que no haz hecho nada, por defender a tu novia! -pronuncio la chica de armadura- y yo pensando que podía confiar a Ren a ti

¿Qué quieres que haga? -alzo los hombros e hizo una mueca de desagrado- No puedo hacer nada, estoy -hizo una pausa- estoy amenazado y con las manos atadas -dijo David con un notorio cansancio y tristeza- espero que eso responda a lo que me haz dicho

¡Claro! Entonces -llevándose una mano a la barbilla- entonces haremos esto – pauso su hablar y se acercó a la oreja de David enseguida que susurro- tenemos que investigar que pasó y tener pruebas para culpar a la otra chica

-David al igual susurro- ¡Claro! yo me encargo de eso tengo a la persona correcta -se despegó de la chica y se dio la vuelta- por favor hablemos de esto después al igual que hoy mañana no viene Ariadna, pero recuerda que las paredes tienen oídos -empezó a caminar-

¡Esta bien! -dijo para imitar el paso de David-

-David detuvo su caminar y hablo- Una cosa más….

-aquella chica freno su caminar y volteo levemente la cabeza- ¿Si? -exclamó con intriga-

¿Cuál es tu nombre mi estimada señorita? -cuestiono el-

-la chica peligris contesto- Mi nombres es Kishi Himeko, un gusto sir David -dijo esto último para reanudar su caminata-

Nos veremos pronto Sir Kishi -dijo este último para irse a su salón-

Llegando a su respectivo salón el chico noto algo raro y que lo sorprendería mucho y tal vez le daría una oportunidad como ninguna otra.

¡Que raro! -exclamó- No vino Ariadna, es si que no me lo esperaba, tal vez pueda -movió sus ojos hacia un lado- tampoco está la gente extraña que siempre me sigue -pronuncio esto último para proceder a asomarse en la puerta y verificar que no había nadie- ¡Perfecto! Así podré arreglar todo lo que esa loca arruinó

En seguida el vio a sus antiguos amigos entrando por la puerta platicando entre ellos y ver qué se la pasaban muy bien entre ellos, cosa que le causó tristeza pero ahora o nunca era actuar y para eso necesitaría la ayuda de sus amigos.

O-oigan, ¡e-ehh! ¡disculpen! -dijo el chico mientras se acercaba tímidamente-

Los demás chicos giraron su cabeza para ver a quien les hablaba