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❝𝒲hen the party 𝑒nds❞
꒰ 🥥 ꒱ؘ࿐ ࿔*:･ﾟ
DESPUES DE CONVENCER A POPE, decidieron hacer una fiesta en la playa, hacían una de vez en cuando y está, era la mejor manera de pasar desapercibidos.
Se habían encargado de conseguir barriles con cerveza, vasos rojos y, por supuesto, gente.
Nadie entendería Ounter Banks sin entender las diferentes partes, es como un burrito con tres capas. Estan Serena y sus amigos, los trabajadores de las zonas pobres. Y luego, los Kooks, en sus casas de verano.
Son idiotas de internados afeminados, los enemigos naturales. Y luego, turistas. No tienen idea de absolutamente nada, van de vacaciones por una semana en familia. Comida para los tiburones, tiburones llamados Serena.
—Hey!, ¿Una cerveza?—Y ahí estaba la menor de los pogues, convenciendo a un grupo de turistas, con su encantadora sonrisa, y su tierna apariencia.
Por otro lado, JJ hacía juegos tomando sin parar, hasta que el alcohol empezaba a hacer sus efectos.
—¡Somos fami-Uh!—Serena se rio de él cuando lo vio caerse de un tronco.
Jhon B coqueteaba, Kiara hablaba de astrología y Pope...bueno, era Pope. Kiara se acercó a Serena, señalando a la muy conocida rubia a lo lejos.
Sarah Cameron, princesa Kook, y la mejor amiga de Kiara y Serena en noveno grado, y la peor enemiga en decimo. Jhon trabajaba en los barcos de su padre, y Kiara se había cansado de insultarla. Era conocida.
—¿Que hace ella aquí?—Serena suspiro, negando despacio. Honestamente, Sparks intentaba no guardar rencores, pero al recordar cómo Sarah había hecho sentir a Kiara, simplemente deseaba no cruzarla.
Al lado, estaba su novio Topper, intentando que bajara de aquel poste rojo. Era un idiota con todas las letras, a pesar de ser un churrazo guapo ante los ojos de cualquiera, podías espantarte al escucharlo hablar durante menos de media hora.
—¡Serena! Ven—El grito de JJ desde el otro lado llamo su atención, miro al rededor, pensando que tal vez hablaba de otra Serena. Pero cuando el la señalo, ella supuso que no había nadie más con ese nombre.
—¿Qué quieres?—Ella llegó, un poco a la defensiva. JJ no contesto, simplemente la abrazo por los hombros con un solo brazo, aprovechando la diferencia de altura. Y la acercó a un chico desconocido.
—Aqui la tienes, dinero—El desconocido sonrió, parecía ser bueno, pero Serena no se paró a analizarlo mucho, su mente estaba totalmente nublada de enojo.
