-Muy bien princesita, voy a darte dos opciones, ven conmigo o muere aquí - la cantidad de humo a mi alrededor estaba sofocándome, tendida en el piso lo único en lo que podía pensar era en sobrevivir, si el fuego que vi en la habitación de mis padres no era una ilusión mi hermano de cuatro años era el siguiente rey de Babilonia- princesa Iltani, que dice ?-probablemente lo querrían muerto o estaría amenazado, debe saber si sigue con vida y protegerlo y para eso debo
-iré con usted - en cuanto pronuncie esas palabras el me tomó entre sus brazos y me sacó con demasiada facilidad de mi cuarto, sus soldados nos seguían mientras cruzábamos entre los pasillos rodeados de fuego y humo, de repente uno de los pilares a nuestro lado colapsó aplastando a dos de los soldados del rey, el rey flaqueó y casi cae, pero logró sostenernos a ambos
-APRESÚRENSE!- gritó con su característico mal humor, apenas podía respirar ya no podía ni abrir los ojos, quedé inconsciente después de eso.
Desperté asustada en una cama que no era en absoluto familiar mientras unas mujeres demasiado jóvenes o demasiado viejas preparaban una tina con agua caliente, ropa, atizaban al fuego arreglaban la habitación
-mi señora, despertó al fin, avisaré al rey
-NO- podría tener más tiempo para buscar a mi hermano con libertad si el rey desconocía mi estado, si el pensaba que seguía inconsciente seguro que no me forzaría a nada
-lo siento mi señora, son ordenes del rey- tras esto la mujer testadura salió de la habitación con prisas, traté de levantarme para alcanzarla pero al ponerme de pie caí de inmediato al suelo, me estaba volviendo consciente de lo mucho que me dolía el cuerpo, las piernas, el cuello, las espalda y el trasero, fui demasiado ingenua al pensar que no se aprovecharía de mi estando inconsciente
-mi señora- una de las chicas más jóvenes se alertó por mi caída y vino hacia mi ayudándome a levantarme
-estoy bien, ayúdame a salir de aquí, debo encontrar a mi hermano
-debe recostarse
-por favor, debo saber si mi hermano está vivo
-por favor, recuéstese, aún se encuentra débil
forcejé con ella pero al final la pena y el dolor me ganaron terminé cediendo mientras caía en la cama, recordar el evento del día anterior hicieron brotar lágrimas de mis ojos, en un minuto ya estaba hecha bolita en la cama lamentándome mis desgracias, la muerte de mis padres y posiblemente la de mi hermano, tres de las sirvientas rodearon la cama y trataron de calmarme sin excito, por lo que procedieron a ponerme cómoda, cubriéndome con las cobijas y arreglando mis almohadas, en unos minutos ya no tenía aliento para gritar por lo que solo estaba dejándome cegar por las lágrimas
-Salgan de la habitación - su voz era como una pesada carga para mis oídos, probablemente el había sido el responsable de la muerte de mi familia, seguro ahora quería reclamar lo que le pertenecía, lo que acepté darle, una vez más-princesa Iltani- escuché los pasos de las mujeres y luego la puerta de la habitación cerrándose tras su salida - podría por favor alzar la cabeza al menos ? - permanecí inmóvil bajo las cobijas, el podría hacer lo que quisiera conmigo, pero no significaba que debiera cooperar, sentí una de sus manos tocar mi hombro por encima de las cobijas y luego las suaves telas se recorrieron dejando mi hinchado rostro expuesto - debe levantarse princesa Iltani- guardé silencio una vez más y dejé mi mirada perdida en las cobijas - enviaré un mensaje a su tía en Sidón, hay algo que quiera decirle?
-mi tía Puabi? - me exalté y la furia me hicieron recobrar fuerzas contra ahora mi enemigo - que quieres con ella?- me incorporé y lo tomé de los hombros mientras lo miraba a los ojos y hacía intentos por sacudir su corpulento físico -qué más quieres de mi familia? le vas a pedir un rescate por mi? después de usarme? después de matar a mi familia y apoderarte de las riquezas de mi castillo? tu ambición es aún más grande? - me sostenía la mirada luego me tomó por los hombros para intentar relajarme, estaba claramente consternado por mis acusaciones pero no me fiaba de el
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Amor oscuro
Historical Fiction-Muy bien princesita, voy a darte dos opciones, ven conmigo o muere aquí- la cantidad de humo a mi alrededor estaba sofocándome, tendida en el piso lo único en lo que podía pensar era en sobrevivir, si el fuego que vi en la habitación de mis padres...