*｡baby on the way *｡kookmin ♡

capitulo 20



Jimin tenía cinco meses de embarazo. Llegó el día en que decidieron hacerle un ultrasonido, pues la señora Jeon le convenció de que era importante saber la salud del bebé. Y lo más emociónate; el género.

La verdad era que el omega no estaba tan entusiasmado con la idea, pero no tenía de otra que ir. Así que Jungkook le llevó al consultorio de la ginecóloga, no si antes comprarle un helado para hacerle sentir mejor.

—Estarás bien — le aseguró — No tardaremos mucho.

—Aja —lamió su helado sin darle mucha importancia.

Finalmente llegaron. Justo cuando Jimin observó las paredes blancas del lugar, los diferentes omegas y alfas juntos fue cuando comenzó a sentirse nervioso. Así que involuntariamente tomó la mano de Jungkook y se escondió detrás suyo.

—Tenemos una cita, mi omega es Park Jimin — le dijo a la secretaria.

—Claro, la doctora los espera —le sonrió dulcemente a Jimin pero él le hizo una mueca de disgusto.

Cuando entraron al consultorio, ambos se sentaron en la sillas.

—Hola, es bueno que hayan decidido venir. Pero la primera cita del omega debió ser a los tres meses de embarazo — regañó a Jungkook. —Oh... no tenía idea.

—Está bien, son primerizos — miró al omega — ¿Puedes recostarte en la camilla?

Él asintió y se acostó ahí. Jungkook se paró a su lado para hacerle sentir confiado, eso le causaba a su alfa interior aunque él no lo sabía aún.

—Levanta un poco tu camisa — le pidió amablemente y cuando aquel lo hizo, tomó un bote de un gel especial — Te pondré esto, ¿bien? sentirás una sensación de frío.

—De acuerdo.

La doctora esparció el gel con una máquina especial por toda su barriguita hinchada. Tal como lo dijo, sintió un frío pero era algo relajante. Pronto la silueta del bebé comenzó a verse a través de la pantalla, los ojos del alfa brillaron con ilusión y una sonrisa se dibujó en sus labios sin poder evitarlo.

—¿Ese es mi bebé? — preguntó rápidamente.

—Así es, su corazón está perfecto — les informó— Todo parece ir muy bien.

Jimin solo asentía, pero no quería ver la pantalla, le causaba miedo. La doctora les explicó todo sobre el bebé, al parecer estaba muy sano y eso le hizo sentir aliviado.

—¿No vas a ver a tu bebé?— le preguntó ella y Jimin no tuvo de otra que mirar la pantalla.

Entonces su corazón latió deprisa, sintió sus ojitos picar y un nudo en su garganta. No sabía que le causaba ver algo que era suyo, que crecía dentro de sí.

— Bien...

—¿Quieren saber el sexo, o será un secreto hasta el día que nazca? —Quiero saber que es respondió Jungkook  rápidamente.

No sabía qué es lo que quería. Sinceramente le daba igual, tener una niña significaba ser más delicado, amoroso tener mucho rosa, comprar faldas, muñecas y ese tipo de cositas. Si era niño, era todo lo contrario.

O al menos que fuese omega.

— Es un niño, felicidades.

Jungkook sonrió de oreja a oreja y acarició el cabello rosado del omega.

—Oíste, será un niño — le dijo.

—Si, ¿ya puedo irme? — preguntó con desinterés.

—Claro — la doctora entendía su actitud. No era la primera vez que un omega se comportaba así, era raro, pero no el único.

Luego de un rato, ambos se encontraban de nuevo en el auto. Jimin mantenía el rostro serio, pero Jeon no podía evitar sentirse extrañamente feliz. Le hacía mucha ilusión todo aquello, las cosas empezaban a tomar sentido.

Ya no sería nunca más ese alfa despreocupado, que andaba de fiesta en fiesta, de omega en omega. Ahora su vida había dado un giro distinto, ahora tenía dos personas por las cuales ser un Alfa mejor, responsable y maduro.

—Sé que no te hace mucha ilusión nuestro hijo, pero por lo menos alégrate de que no está enfermo o algo así.

—Me da gusto que no lo esté.

—¿En verdad no sentiste nada al verlo? — suspiró cuando Jimin negó.

Aunque estaba mintiendo, porque si. Si había sentido algo, un cierto cosquilleo en su estómago y ganas de llorar. Pero no de tristeza, si no de ternura. Claro... nunca se lo diría. 

Cuando Jeon dejó al omega en casa, tuvo que ir a trabajar. Aquella tarde se desempeñaba mejor, le sonreía a cada cliente y eso le ayudaba a tener más propinas.

—Te veo muy feliz hoy.

—Si Jackson, hoy supe el sexo de mi bebé — contestó mientras limpiaba la barra— Es un niño.

—Felicidades, me da gusto. Sé que en el fondo siempre quisiste que fuese niño.

—Pero si es omega, es prácticamente como una niña — se mordió los labios—Aún así, yo lo amaré como sea.

—Veo que la idea de ser papá cada vez te entusiasma más. ¿Cierto? —Cierto.

—¿Y qué me dices del Omega?

Jungkook suspiró. Ese Omega tan terco, y frío era su destinado. ¿Quién lo diría? Después de odiarse tanto, resultó que estaban destinados a estar juntos.

Era por eso que aunque sintiese que le odiaba, siempre buscaba la manera de estar cerca suyo. Ya sea molestándolo, y ese tipo de cosas, pero ahí debía estar. Era por eso que la noche que tuvieron sexo se entendieron de la mejor manera y lo disfrutaron como nunca.

Sus lobos interiores siempre se desearon, ellos siempre habían querido estar juntos. Y ahora que lo estaban, Jungkook comenzaba a sentirse cada vez más apegado al omega, incluso ya le parecía de lo más normal decirle "su omega".

— Es difícil, pero supongo que con el tiempo ablandara su corazón...

Debía hacerlo. Tarde o temprano tenía que dejar de ser tan duro, Jungkook se encargaría de eso.