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JingYi se sobresaltó al darse cuenta de lo cerca que estaban uno del otro, empujando al suelo accidentalmente a su compañero.

Por supuesto, SiZhui despertó al sentir el golpe del piso contra su cuerpo, y se incorporó lo más rápido que pudo, mirando a todos lados, pero volviendo rápidamente su vista hacia JingYi al recordar lo que había pasado.

"¿Qué rayos hacías en mi cama, Lan SiZhui?" exclamó el más joven, aún con la actitud de un gatito erizado.

SiZhui parpadeó un poco y respondió: "¡Lo siento, A-Yi! Cuando regresé ya estabas dormido, pero tus escamas estaban reapareciendo y respirabas con dificultad, así que me quedé a darte de mi qi, pero me quedé dormido a tu lado".

"Ah... gracias. Perdón por tirarte de la cama" contestó JingYi, un poco avergonzado de su reacción.

Sin embargo, el mayor solamente sonrió con el mismo encanto de siempre y se levantó sin problemas, ofreciendo su mano al menor para que también se separara de la cama. JingYi aceptó con un poco de rubor en la cara, pero cuando se puso de pie notó que le dolían las piernas. Hizo muecas pero no se quejó, igual ya le había tocado aguantar la misma sensación cuando caminaban por mucho tiempo en las cacerías nocturnas.

Además, había otra duda más importante en ese momento: "Sé que el maestro QiRen me dejó ausentarme de las clases, pero ¿será buena idea bañarme?".

"No lo había pensado... supongo que sería cuestión de probar" respondió SiZhui. "A propósito, anoche pregunté a HanGuang-Jun y al maestro Wei si podía decirles a ZiZhen y Jin Ling que vinieran a visitarnos".

"¿Por qué?"

"Es que estaba recordando que los demás chicos en la clase y el maestro QiRen se afectaron por tu voz de sirena, pero yo no. Pensé que tal vez tiene que ver con que somos cercanos y entonces tal vez a ellos tampoco les afecte. Además, si vas a quedarte aquí encerrado no me gustaría que te aburrieras de sólo verme a mí todo el día y a veces a los maestros".

"¡Pero yo nunca me aburriré de ti, A-Yuan!" protestó JingYi.

SiZhui se sorprendió un poco, riendo suavemente después: "Hace mucho que no me llamabas A-Yuan".

JingYi infló sus mejillas, un poco molesto y otro poco apenado. Todavía no sabía bien qué era lo que sentía por su amigo y ya se estaban portando igual que HanGuang-Jun y su esposo. ¡Demasiado rápido para su gusto!

"Entonces, ¿quieres que los invite a venir?" dijo SiZhui interrumpiendo sus divagaciones.

"No, bueno, sí, pero creo que no es justo usarlos de experimento, ¿o sí?".

"Hmm, creo que tienes razón, a menos que ellos quieran ser parte del experimento".

"En ese caso, probablemente sólo ZiZhen venga. La joven amante tiene mucho orgullo para querer ser un sujeto de pruebas. Pero volviendo a lo primero, ¿entonces me puedo bañar o no?"

"Creo que debería preguntar primero. Iré a ver a los maestros y aprovecharé para traerte el desayuno".

JingYi asintió, un poco enfurruñado, y volvió a la cama para descansar un poco, mientras SiZhui se vestía y salía de la habitación. No debería tardar mucho, pero el joven Lan Yi no era tampoco muy paciente.

Abrió un poco la puerta que daba al jardín para mirar el exterior y que un poco de aire fresco entrara a la habitación. Ya había dejado de llover, pero aún caían algunas gotas solitarias desde los techos y las hojas de los árboles, refrescando el ambiente y dando un poco más de intensidad al color de las maderas vivas y cortadas.

A-Yi respiró hondo, sintiéndose mucho mejor con toda la humedad de la atmósfera. Sentía que con cualquier tipo de contacto con el agua se le quitaba el peso de las preocupaciones y dolores que tenía. Era otra confirmación de que era una verdadera sirena, pero si era así... quizá no era tan malo. Sólo le quedaba SiZhui como impedimento para decidirse a rendirse y tirarse libremente al agua. Si tan solo se lo pudiera llevar consigo... Pero SiZhui tenía muchas más cosas por las cuales seguir en tierra que él.

JingYi vino del aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora