seis

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Dos días después invitó a Minju a su departamento y antes de que ella pudiese decir algo, Hyunjin sufrió vómito verbal y le dijo absolutamente todo lo que le pasaba.

—Wow, no esperaba esto— dijo Minju sorprendida por toda la confusión de su novio —no te voy a decir que no me pone un poco triste porque me gustas, pero también sé que nuestra relación no avanzaba mucho y ahora veo por qué…

—Perdón Minju, si te lo digo es porque quería ser honesto en cuanto a mis sentimientos y no es justo para vos que yo esté así… entiendo si querés cortar todo acá—

—No, no, espera… ¿Por qué no mejor hacemos otra cena y volvemos a invitar a Jeongin?

—¿Estás segura?

—Hyunjin, antes de ser mi novio eres mi amigo, y quiero ayudarte en esto. Te noto muy nervioso a su alrededor y si puedo estar de intermediaria para que puedas soltarte un poco más, no tengo problema.

—¿Realmente estás bien con esto?— Minju era un ángel definitivamente.

—Lo estoy Hyun, no te voy a negar que me gustaría ver un besito más — y se rieron como si fuesen amigos de toda la vida. Tal vez era lo que necesitaban, ser amigos.

(...)

Llegó el fin de semana, Minju y Hyunjin habían aclarado todo, ella también sentía que su relación era más una amistad que otra cosa y no fue difícil superar la situación. Quería lo mejor para Hyunjin y si lo mejor era probar otras cosas, no iba a negarle hacerlo, iba a ayudarlo. En el mientras le hizo leer todos los mangas bl que tenía para que no se sintiera tan ajeno a la situación con otro hombre.

Hwang no sabe si leer ayudó o lo puso más nervioso, pero agradeció a Minju por todos sus intentos de calmar sus ansias.

En unos minutos llegaría Jeongin y el plan era simple, cenar algo ligero, ver una película y tomar un poco de alcohol para soltar un poco los nervios del mayor.

Jeongin llegó en shorts y la cabeza de Hyunjin sufrió un colapso. Shorts y un hoodie gris que le quedaba grande, casi tapaba el largo del short y la mente de Hyunjin creó miles de escenarios donde debajo del hoodie no tenía nada. Ni todo el alcohol del mundo iba a sacarle los nervios.

Sus piernas eran blancas, tersas y se veían tan suaves. Quería besarlas, tocarlas, morderlas. Quería enterrar la cara entre esas piernas y morir ahí mismo de asfixia.

Tuvo que tomar un vaso de agua y pensar en su abuela, en su mamá, en el pato Donald, en cualquier cosa que lograra hacer que no pensara en esas piernas alrededor de su cuello porque ni en mil vidas iba a poder bajar la erección que se le estaba formando.

Era un pervertido. O tal vez era un poco gay.

Jeongin se desenvolvía con gracia, era divertido y sus movimientos reflejaban lo cómodo que se sentía. Tenía una manera de hablar particular -con acento de Busán- y movía sus manos al conversar, se las pasaba por el pelo o jugaba con sus anillos.

Era hipnotizante. Más que bonito. Imposible apartar la vista.

En un momento de la noche, luego de la cena y a mitad de la película, Minju hizo un movimiento clave.

—Chicos, me voy ahora, tengo una cita y ya me pasaron a buscar, ¡diviértanse!— definitivamente no había hablado eso con Minju, lo hizo para dejarlos solos y ahora no sabía qué hacer.

La cara de Jeongin se transformó en confusión y Hyunjin quiso que se lo tragara la tierra.

fujoshi girlfriend [ hyunin ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora