¿Por accidente enamore a la protagonista? (Pausada)

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No sabía cómo sentirse al respecto con lo que había sucedido después de aquel suceso con las sirvientas

Ahora todos sabían hasta su familia que Erika era su sirvienta exclusiva, nadie dijo nada, todos aceptaron aquella decisión después de todo nadie le interesaba esa "basura" así que si ... la deseaba que la tuviera

—señorita, aquí está lo que me pido— dijo Erika con una sonrisa, cada vez se veía más sana, había ganado un poco de peso desde ese incidente

—Gracias, Erika necesito que prepares un atuendo quiero ir a comprar el día de hoy, así que prepara todo— mientras decía esto, su mente estaba pensando cómo será aquella ciudad además esperaba encontrar una biblioteca para comprar libros realmente interesantes... y ver si podía encontrar juegos de mesa

Mientras se terminaba de arreglar Erika volvió

—señorita, ya está todo listo—

—Perfecto, vámonos Erika— la joven se asombró no esperaba que la señorita Colette decidiera llevarla también, al fin podría ver aquella cuidad

El viaje fue espantoso, no era para nada cómodo el carruaje en la mente de la joven Colette simplemente pedía que volvieran sus amados autos, que aquello era una gran mierda en todos los sentidos después de todo no estaba asfaltado los caminos y bueno... los caballos hacían sus necesidades donde fuera...

—voy a invertir para que se creen los autos lo más pronto posible— aquellas palabras fueron un pequeño susurro, pero Erika había visto como los labios de su señorita se habían movido

—¿Que sucede señorita, necesita algo? — preguntó ansiosa, cuando Colette la volteó a ver, solo podía observar como la joven Erika estaba moviéndose como un cachorro inquieto fue un poco lindo de ver pensó ella antes de regañarse a sí misma

"Recuerda no involucrarse más de lo necesario" fue su único pensamiento

—nada, solo estaba pensando— dijo con una sonrisa un poco forzada, de verdad no sabía cómo la gente usa aquel trasporte

Después de llegar a la ciudad, Colette y Erika caminaron por las concurridas calles. Colette estaba emocionada por explorar esperando que hubiera cosas que pudiera comprar para no aburrirse tanto y Erika, aunque un poco nerviosa, estaba feliz de estar fuera del entorno opresivo de la mansión.

—Señorita, ¿a dónde le gustaría ir primero? — preguntó Erika con un poco de nerviosismo, después de todo aún no se sentía realmente cómoda ¿cómo iba a estarlo si siempre en cada lugar que estaba había personas que la odiaban?

Colette pensó por un momento y luego sonrió, despues de todo por aquello estaban en aquel lugar

—Vamos a la biblioteca primero. Quiero ver si encuentro algunos libros interesantes para leer y tal vez después, podemos dar una vuelta por las tiendas y disfrutar del día— respondió Colette, disfrutando de la idea de pasar un día diferente

Al llegar a la biblioteca, Colette se sumergió en la selección de libros, buscando historias fascinantes y mundos lejanos después de todo seguía siendo ella y sus buenos gustos seguían latentes

Mientras tanto, Erika observaba con curiosidad los estantes llenos de conocimiento Colette la miró de reojo, viendo aquellos ojos tan fascinados por el lugar que se encontraba

"Bueno ser buena no cuesta nada" pensó antes de hablarle a la protagonista

—Erika, ¿hay algún libro que te gustaría leer? Puedes elegir los que quieras para ti también— sugirió Colette, tratando de ser amable, aunque seguía siendo raro... después de todo no sabía si aquello alteraría la historia

"Bueno no debería, por qué alteraría la historia del mundo solo por tratar amablemente a alguien?"

—Oh, no es necesario, señorita. Además ni siquiera se leer— respondió Erika con vergüenza, pues a pesar de todo habían muy pocos personas que no supieran... desde el rey Lionel impuso como ley que todos supieran leer y escribir ya era algo normal así que el hecho que la protagonista no supiera era impensable

—entonces te enseñaré desde hoy, no puedo permitir que mi sirviente exclusiva no sepa lo básico... así que elige algunos libros que te llame la atención para las clases— insistió Colette, no había ninguna opción de negarse

Después de un rato, Erika encontró algunos libros que capturaron su interés muchos de ellos cuentos y Colette también hizo sus elecciones, no le importaba el costo del mismo, mientras tuviera para entretenerse sería suficiente

Después de comprar y dejarlos en su carruaje empezaron a explorar las tiendas locales, las cuales sorprendieron a ambas jóvenes de muy buena manera

Mientras caminaban, Colette notó la timidez de Erika y decidió romper el hielo

—Erika, dime la verdad ya nadie te molesta? Por qué si sigue sucediendo debes informarme inmediatamente—

—no, ya nadie me molesta, aunque ahora solo me ignoran, pero eso es maravilloso! Al fin puedo comer tranquila y dormir sin que me quiten mi ropa o sábanas— su sonrisa como si aquello que le estuviera diciendo fuera lo mejor que le pasó logró que Colette se sintiera mal...

—Me alegro que ya nadie te moleste, Erika si necesitas algo, lo que sea, solo ven conmigo y te ayudaré— no sabía de dónde salían aquellas palabras, pero sentía que era lo correcto

—Gracias señorita— aquella sonrisa de Erika hizo que el corazón de Colette se detuviera por un segundo mientras esta pensaba

"Ahora entiendo por qué eres tú la protagonista, Erika"

Después de aquella conversación hizo que ambas empezaran a hablar de cosas diversas lo cual sorprendió bastante a Colette, nunca esperó que iba a disfrutar tanto de la compañía de Erika. Al regresar a la mansión hubo una última conversación de aquel día

—Gracias señorita. Nunca pensé que tendría la oportunidad de experimentar algo así en mi vida, de verdad muchas gracias— la gratitud se podía ver en aquellos ojos

—No debes agradecerme nada, después de todo es tu trabajo el acompañarme en mis salidas además recuerda mañana empiezan tus clases, así que ven preparada— fue lo último que dijo antes de escuchar un fuerte "si señorita" con una gran sonrisa

Se podría decir que es fue el final de aquel día, por alguna razón sentía que estaba alterando mucho la historia aunque decidió ignorar totalmente aquel sentimiento