April Walter (Mika para sus amigos), no se considera a ella misma una persona metiche, sólo...Curiosa. Y cuándo la casa del frente, ocupada por última vez por una vieja y su extraño gato ahora tiene un inquilino nuevo, mika no puede evitar sentir cu...
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Me gustaría decir que después del suceso con el vecino extraño me pasé toda la noche despierta, pero no fue así ¿Me asusto que un completo desconocido supiera mi nombre? Por supuesto ¿Iba a dejar que eso afectara mi sueño? Jamás. No obstante, a pesar de que el día estaba brillante, me levanté de mal humor. ¿Motivo? Ninguno.
—¿Mika? ¿Estas despierta?
La voz de papá me sacó de mis pensamientos y no pude evitar sonreír sólo con escuchar su voz.
—Sí, pa. En unos minutos bajo, por cierto: ¡Dile a Ali que no se coma mis Cupcakes!
Escuché su risa a través de la puerta.
—De hecho, cielo. Tengo que presentarte a alguien.
¿Presentarme a alguien? Ya conocía a todos en el vecindario.
Terminé de atarme el pelo y colocarme una playera ancha para abrir la puerta y bajar las escaleras a toda prisa, Pero di un traspié y casi termino en el suelo de no ser porque logré agárrame de la barandilla.
De espaldas a mí, había un hombre vestido totalmente de negro. Lo miré curiosa y papá me miró por encima de su hombro. Una sonrisa extendiéndose en sus labios.
—Él es el nuevo vecino —Dijo.
Lo miré confundida.
—¿Y que hace en nuestra casa?— Sólo podía ver su ancha espalda, hasta que se dio la vuelta y mis ojos se abrieron por sorpresa. —¿Tú?
Papá nos miró curioso.
—¿Ya se conocen?
—No lo conozco —Mentí, aunque no del todo...Un encuentro en la madrugada no podría contarse como "Conocerlo" ¿no?
Ahora que había más luz y estaba a unos centímetros de mí, empecé a analizarlo mejor; el chico era guapo, (incluso más que Dexlan) mi repasada de la noche anterior no falló, porque efectivamente era unas dos cabezas más alto que yo, tanto que tenía que echar mi cabeza hacia atrás para poder mirarlo a los ojos de un azul intenso. Parecía unos años mayor que yo, pero no mucho... ¿Tal vez dos años más? Su cabello rojo apuntaba desordenadamente en todas las direcciones. Estaba vestido con unos pantalones negros desgastados, una camiseta negra y una chaqueta de cuero del mismo color, una cadena descansaba naturalmente en su cuello y desvié la mirada de sus botas hasta sus ojos que me miraban con diversión al notar la menuda repasada que le he metido.
—Vaya, vaya... —Papá colocó una de sus manos en mi hombro y me dedicó una mirada—, Tal parece que no ha sido tan desagradable a tu vista ¿Eh?
—¡Papa! —Abrí los ojos con espanto ante su comentario indecente y quité su mano con un manotazo. El río.
—Soy Kaeran. —Me ofreció su mano derecha. La miré con desconfianza antes de estrecharla por unos segundos. —Tú debes ser April. Tu padre me ha hablado mucho de ti.
