No mires al pez

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All For One, abuelo, señor Midoriya, señor Antártida.

Inko, hija del AFO.

Toshinori padre de Izuku Midoriya.

Izuku Midoriya, nieto.

..

Izuku clavó hacha en All For One, llegándole al ojo.

All For One pudo haber rugido de la furia que sentía.

Había un brote húmedo en el corte de su cara. Empujó la hacha que se había clavado en la línea de su ojo. Golpeó aquel objeto, y luego usó la otra mano para golpear con violencia la mejilla. Izuku cayó y desde ahí los puños no le dejaron respirar.

-¡Malagradecido! ¡Bribón de mierda! ¡¿Es así como quieres terminar esto?! ¿¡Traicionando al hombre que te dio un quirk?! ¡Tsh! ¡Hijo de perra! ¡Perro desechado! ¡Ibas a ser una pieza importante! ¡Ibas a vivir! ¡Tener lujos más vigorosos que te cedía Endeavor! ¡Queridas! ¡Una ciudad iba tener tu maldito y vomitable nombre! ¡Imbécil!

En un sentido sádico de hacerle sentir el filado metal, atrajo el objeto afirmándolo en el estómago. El cuerpo tembló, la sangre brotaba conforme lo enterraba. Para el peliblanco fue deliciosa la expresión que puso su amigo, lanzó una carcajada estridente.

-¡Ah!, ¡ah!, ¡ah! ¡¿No te gusta?! ¿¡No lo estás pasando genial?!

All For One partió el mango, y con las astillas, del tamaño de dedos, se veían como picos del borde que introdujo en el muslo. El hueso resistió el impacto, pero eso no significaba que no había dolido. Salió de la boca de Izuku un grito ahogado. El señor Midoriya rió breve.

Y con una falsa ternura agregó:

-Debe doler, ¡Oh, pobrecito!

En medio de respiraciones espesas sacudió el hacha con brusquedad, se oía algo que cortaba. Se escuchaba a carne con agua en sus paredes. Las manos que Izuku había conducido en un intento de quitarlo se detuvieron, temblando.

-Espera -se retorció.

-Cállate, que esto no es nada -respondió fríamente.

Quitó el hacha de un arranque cruel, le salpicó el rostro con algunas gotas. Le dio una mirada altiva mientras giraba entre los dedos la mitad del mango. Izuku tenía casi toda la cara de rojo, los cabellos verdes pegados a la frente, los parpados caídos, la boca entreabierta respiraba. Había una especie de cráter en el torso. Lo interior rozaba con los jirones del uniforme. Había una necedad de cubrir eso.

-Sabes que esto no terminará rápido, ¿no? ¿te has dado cuenta en lo que te metiste? ¿lo viste?  No morirás así nada más. Tu quirk me da tantas posibilidades para probar. Descuartizamiento. Torturas de la edad media. Esclavitud. Esclavo.

Un brillo de acuerdo apareció en su mirada ante la última palabra. Lo aceptaba.

-Si, esclavo. -dijo como quien habla consigo mismo- Como Nomu, como humano, con tal de ser obediente lo vale. Copero, ¿Que mejor castigo? Me verás charlar con un nuevo amigo, ex-amigo. Estarás a mi lado, sirviéndome. ¡Ah!, ¡ah!, ¡ah! ¡Si! ¡Así será!

El sonido del agua palpitar lo hizo encender una mano, salió una flama ancha de color azul. La inclinó tocando, empujó más magnitud. Izuku se veía cerca de desfallecer. De un tiempo realmente corto, una voz débil y temblorosa pidió:

-Señor, no la mate.

Quitó la madera de la pierna, prefirió quemarla para cerrarla. Debería agradecerle que no fue a fuego lento, estaba tan enojado que había usado una flama volcánica que derritió la piel. Lo cual no le reducía el dolor, Izuku había girado soplando la quemadura.

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⏰ Última actualización: Sep 03 ⏰

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