Capítulo 7: El Joven

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Era por la noche y estaba en mi habitación caminando de un lado a otro.

-Ayaz, marearte no va a servir de nada, siéntate y calmate tu vestido se va a arrugar como sigas así -mi madre intento detenerme sin éxito .

-Ayaz, marearte no va a servir de nada, siéntate y calmate tu vestido se va a arrugar como sigas así -mi madre intento detenerme sin éxito

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-Seguro que es un joven muy educado y tranquilo, te preocupas en vano-lo intento de nuevo.
Esta vez la miré sería.

-No lo sabremos hasta que no esté aquí, ¿me equivoco madre? - decidí seguir su consejo sentandome a su lado.

Sentí una caricia en mi mejilla.

-No temas este palacio es nuestro, no puede hacer nada aquí sin que tu o yo nos enteremos, pero creo que es un buen muchacho si su majestad lo recomendó -

-Espero que estés en lo cierto-

-Sultana, el joven ya llegó- una criada nos informó, me tense y volví a ponerme de pie saliendo rápido por la puerta seguida de mi madre.

En los aposentos de la Valide sultán había un joven rubio que al vernos nos hizo una reverencia sin mirarnos en ningún momento no vestía para el invierno, tenía ropa muy ligera.

-Sultanas, es un placer conocerlas-

-Buenas noches, ¿eres el hijo de Mehmet Pasha? -

-Si Sultana, soy Emir, por órdenes de su majestad vine a proponerle matrimonio a la sultana Ayaz-

Le mire incómoda pero di un paso adelante.

-Álce la mirada-ordene en un susurro.

Este obedeció y note como sus ojos se abrían en sorpresa.

-Sois hermosa, Sultana-le mire pero no dije nada.

-Ayaz... - me miro molesta mi madre.

-Un placer conoceros Emir, ¿pudisteis llegar del laberinto sin problemas? - pregunte curiosa.

-Si, Sultana, no tuve ningún inconveniente - este me sonrió tranquilo. Y le sonreí sinceramente viendo como enrojecian sus mejillas.

-Me alegro, deberíais de poneros algo más encima, estáis temblando, la cena te la servirán en la habitación, y yo me retiraré a dormir, con tu permiso madre-hice una reverencia.

-Sultana, antes de que os marcheis, tengo un regalo que me gustaría daros-ante esas palabras le mire expectante.

Me ofreció una caja de color rojo con un pequeño lazo dorado.

Era bonita y a juzgar por su aspecto bastante cara.

Al abrirla pude ver que el interior tenía terciopelo y en el medio había una tiara plateada con dos flores en los extremos y un hermosa piedra blanca en el centro.

Debía admitir que era hermosa y con un poco de duda la cogí, admirando su delicada forma.

-Me gusta hacer tiaras y colgantes en mi tiempo libres... y me dijeron que le resultaban muy molestas las coronas así que pensé en esto para que lo utilice, no pesa y no molesta al moverse-me miró un poco nervioso esperando mi reacción.

-Ciertamente sabe lo que hace, me gusta mucho, gracias por su obsequio es muy apreciado-me acerque y tímida le bese la mejilla en agradecimiento.

Solté mi pelo recogido con dos pasadores y me la coloqué.

-Lamento no poder ofrecerle algo, el anuncio llegó tarde, sin embargo si lo desea mañana puede acompañarme a pasear, es lo mínimo que puedo hacer-

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-Lamento no poder ofrecerle algo, el anuncio llegó tarde, sin embargo si lo desea mañana puede acompañarme a pasear, es lo mínimo que puedo hacer-

-Con gusto sultana, gracias por aceptarme en su hogar-asentí y finalmente me marche a descansar, me puse el pijama y me metí agotada no sin antes dejar esa nueva adquisición en su caja.

-Quizás padre no se equivoco, supongo que merece una oportunidad-suspiré cansada mientras una concubina cepillaba mi pelo desenredandolo con paciencia.

-Si me permite, creo que es un buen chico y creo que podría llegar a quererlo-dijo un poco cortada la criada.

-¿Osas decidir por mi? - la mire furiosa en broma.

-Perdone mi señora, tiene razon-esta retrocedió encogiendose.

Solté a reír

-Era una broma, no me importa escuchar opiniones, tranquila no irás al calabozo-le quite importancia mientras está reía suavemente.

-Sultana, por favor no me asuste así-se quejo divertida retomando el cepillado.

-Es una costumbre mala que tengo, mis disculpas, por cierto ¿como te llamas? -

-Laura mi sultana -

-¿No te cambiaron el nombre? -

-No, si lo desea puede hacerlo usted-respondió mientras me hacia una trenza.

-Vale... Que te parece el nombre... Mahfiruze-

-Me gusta-

-Bien, ahora puedes retirarte, gracias, aquí tienes - le puse una moneda de plata.

-Muchas gracias -

Al marcharse saque las alas mientras me miraba en el espejo.

Me tumbe en la cama mientras leía mi libro de cuentos favorito.

Al rato caí cansada de la emoción del dia

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⏰ Última actualización: Oct 27, 2023 ⏰

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