𝐈 𝐝𝐨𝐧'𝐭 𝐥𝐢𝐤𝐞 𝐎𝐦𝐞𝐠𝐚𝐬 𝐛𝐮𝐭 𝐲𝐨𝐮.

🫧 ¡Hyunjin!

Hyunjin era un niño con una personalidad algo... ¿complicada? Su padre no sabía de dónde había salido ese pequeño. Aunque, siendo sinceros, era un niño bastante mimado.

Era un poquito contestón, algo mal portado, rebelde... Aunque su padre agradecía que su niño tuviera personalidad, a veces era algo difícil lidiar con él. Hyunjin no es muy abierto con las cosas sobre amor o cariño, pues cuando era más pequeño, creció con sus padres peleando cada dos por tres, hasta que se divorciaron. Resulta que su papá Chan, embarazó a un omega que era algo más joven, y no estaban preparados. Ahora no ve mucho a su mamá, y la extraña mucho, no le gusta tener que verla solo algún fin de semana.

Era la tercera vez en esta semana que entraban en la tienda de juguetes, y afortunadamente la última. Pero porque era sábado y los domingos no estaban abiertos.

Tomado de la mano con su papá, empezó a buscar el estante donde estaban sus juguetes preferidos: los coches. Y al lado, la cestita donde ponen los balones de fútbol. Empezó a buscar algún coche que le gustara con la mirada, hasta que escuchó una voz chillona.

—¡Quiero estos!— Se podía escuchar. Le echó una miradita al niño, y puso una expresión rara en la cara al ver que señalaba unas barbies. Un omega, estaba seguro. Hyunjin tenía algo raro con los omegas, porque le recuerda a su madre, y piensa que lo van a abandonar. Era bonito, pero era posiblemente omega. Lo miró de reojo unas cuantas veces y luego volvió su mirada hacia los estantes.

—Papá, dame ese. El azul.— Le dice a su padre, y lo señala para que este se lo pueda alcanzar.

Chan miró para arriba. El coche más caro. Hyunjin tenía un imán para las cosas caras. Suspiró, y extendió el brazo para tomar el coche.

—Cariño, tienes toda una colección, ¿seguro que quieres este coche?— Le preguntó el Alfa adulto, intentando convencer a su hijo de que escogiera otra cosa. Algo imposible.

—Quiero ese.— Repite, muy seguro. El padre suspira y se agacha.

—¿Dónde está el "por favor"?— Al escuchar eso, el Alfa pequeño cruza sus brazos y suspiró. No le gustaba pedir las cosas por favor. Pero ya qué. Él quiere su coche.

—Quiero ese coche, por favor.—

Y ya lo tenía. Comprado. Era un niño mimado y consentido, pero así era Hyunjin. Era el niño de la casa, y Chan lo consentía mucho porque era su hijo, y porque este solo lo tenía a él mayormente.