⠀⠀I. massacred nation

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CHAPTER ONE
MASSACRED NATION

CHAPTER ONEMASSACRED NATION

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          El ruido a su alrededor fue tan abrumador como lo recordaba. Manteniendo la euforia de siempre. El suelo causó estragos en su cuerpo, el dolor lo resintió inmediatamente su cuerpo apenas tuvo consciencia y se levantó. Su espalda, sus músculos dolieron. Se sentía tan similar a estar apretujado entre cadenas, dolorosamente ajustadas a él. Asfixiante dolor, tan común para ser algo del diario. 

         Inhaló, profunda y dolorosamente. Sus pulmones imploraban un respiro, anhelaban alivio. Extenuado ante todo, las exigencias que tanto gritaban.

         —¡Todos! ¡Arriba, holgazanes!— la voz tan imponente, irritante, desafinada y el tono tan alto aterrizó con furia sobre sus oídos.— Estamos en guerra, no hay tiempo para descansar.

        Agotado, observó a los demás. Dormían más que él, al menos, su ventaja era carecer de un don de guerra. Su técnica maldita, que como la misma, destruía. Destruía no solo centenares de miles, lo destruía a él mismo.

        —Levántate—. Su brazo fue jalado bruscamente, apretando y afectando a su flujo sanguíneo en el proceso. Toscamente lo llevó hasta el campo de batalla, al que sin serlo, demostraba lo que debía realizar.— Lo he traído, señor.

       —Excelente. Hemos reorganizado a los soldados. La última táctica ha sido inservible. Siguen vivos y si no derribamos la ciudadela no ganaremos está guerra— el mapa arrugado por su uso se mostró ante él. Puntos de color negro fueron visibles, los puntos negros que significaban la victoria y la derrota, su gozo, y la miseria de quienes habitaban ahí.

        Escuchó atentamente. Mantuvo sus labios sellados, como si no pudiese abrirlos, resecos, ardiendo y quebrados por tanto chuparlos y aquel aire frío corriendo en el lugar.— Entrarás ahí, Calix.

         Calix. Comenzaba a olvidar su nombre real, si era sincero, no estaba seguro de si deseaba recordar, de si era necesaria la memoria.— Sí, señor.

        —Excelente— dijo, su sonrisa macabra, que por años lo persiguió en sueños apareció. Con el pasar de los años terminó por acostumbrarse a esa sensación, ahora, parecía no sentir nada más. Tembló por el mismo pensamiento.— El barco no pasará desapercibido, irás con un pequeño grupo de soldados, cinco a lo mucho. Se infiltrarán y proseguirán con el plan. El mapa, memoriza todo, no necesitan llevar nada más que su eficiencia.

        Miradas lamentando, lastimeras hacía su persona por parte de algunos soldados presentes fueron total y absolutamente irrelevantes dado que no ayudaban en nada, incluso si sentía pena por la explotación recibida siendo un niño todavía, jamás harían nada, jamás abogarían por él, lo entendía perfectamente, no obstante conseguían el mismo o un resultado peor. 

lucid dream ✵ itadori yuujiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora