SINOPSIS
Naruto Namikaze vive junto a su madre en un prostíbulo. Tan solo tiene 10 años pero aun así ya entiende el dolor de ser marginado y despreciado debido a la mala fama del negocio de su progenitora. Un día llega al burdel una nueva mujer y tr...
Naruto y Sasuke con el paso de los días se habían vuelto casi inseparables. En las mañanas asistían juntos a la escuela, durante las tardes se la pasaban en aquella cabaña que ahora se había convertido en el refugio de ambos y durante las noches mientras sus madres trabajaban en el burdel, los pequeños se acompañaban en la oscuridad compartiendo la misma colchoneta.
Kushina en todo ese tiempo había visto un cambio considerable en su hijo, Naruto había pasado de ser un niño huraño con las personas a uno más atento y menos callado. Aunque lo único que si le preocupaba a la mujer era ese apego casi posesivo que su hijo tenía con el otro niño.
- Me voy ya, madre - Aviso el pequeño niño de ojos azules a su progenitora al tiempo que dejaba los platos sucios sobre el lavado.
- ¿Hiciste los deberes? -
- Si, Sasuke me ayudó ayer. Es muy inteligente - Respondió Naruto. Kushina veía como los ojos del pequeño se iluminaron al decir aquello, cosa que no le gusto- Sasuke ya debe estar listo, adiós -.
Así como termino de decir lo último, el rubio salió corriendo de la cocina para dirigirse afuera de la habitación de la señora Mikoto.
Tocó con suavidad la puerta del cuarto y sin tener que esperar mucho tiempo, vio como el pelinegro salía unos segundos después junto a su madre
- ¡Buenos días, Sasu! - Saludo en voz alta al tiempo que le quitaba el morral al más pequeño para cargarlo él mismo — Buenos días para usted también señora —
— Buen día, Naruto — Respondió Mikoto.
— Buenos días, Naru — El azabache responde aquel saludo con una tierna sonrisa para luego buscar la mano del contrario y sujetarlo.
— Gracias por estar tan atento con Sasuke, ya sabes que te lo encargo — Acarició las hebras doradas con cariño.
— No agradezca, lo hago con gusto — afianzó un poco más aquel agarre de manos que tenía con Sasuke — vamos Sasu o llegaremos tarde —.
— Si. Adiós mami —
— Adiós cariño — Beso la frente de su hijo para ver cómo después ambos menores se alejaban.
Cómo era de costumbre Naruto llevaba al más pequeño en la parte de atrás de su bicicleta, mientras que Sasuke abrazaba con fuerza la cintura de su rubio amigo y apoyaba su cabeza en la espalda del contrario.
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La clase de educación física había iniciado. Ambos niños junto con el resto de sus compañeros se encontraban en el patio del colegio esperando a su profesor que ya estaba retrasado.
A lo lejos Hinata estaba presenciando como Sasuke se reía de las cosas que Naruto le decía. Se sentía celosa, era ella quien debía estar en el lugar de aquel ciego.
- Ash! Cómo puede estar con él! Solo es una carga para Naruto! - Expreso enojada la niña a sus amigas.
Las otras niñas giraron al tiempo sus cabezas en el lugar donde se encontraban los dos niños.
