La Vida Omega De Genya.

Lo bonito de una amistad.

Después de la dura clase de matemáticas por parte del hermano mayor de los Shinazugawa, Genya oficialmente se declaraba muerto mentalmente.

Esto fue la paliza del día, su mente ya no funcionaba bien por los gritos y las matemáticas avanzadas de su hermano.

Por suerte no era él único que sufrió aquello.
Los de su clase estaban igual o peor que él.

Genya al ver como su hermano se iba de la clase se dio la vuelta discretamente para ver como estaban sus compañeros, mas en específico al grupo de tres imbéciles.

Él rubio tintado estaba conteniendo sus llantos ya que Sanemi amenazó con suspenderle el curso si derramaba una sola lágrima en su clase.

Y él chico que trajo anteriormente una máscara de jabalí ahora estaba muerto, o eso creía Genya, parecía que el de cara de mujer había visto la guerra de Vietnam.
Su pequeño cerebro no había aguantado toda la información que su hermano había dado, y no se le puede culpar, algunos apenas lograron con la información.

Y por último estaba aquel que le torció el brazo aquel día, Kamado Tanjiro se llama.
Un chico de cabellos y ojos granate, gran sonrisa, brillante mirada.

¿Como se fijó en eso?

Porque actualmente el chico lo esta mirando fijamente con esa cara con una sonrisa igual de brillante que el sol, su mirada igual de brillante que él fuego, se atrevería a decir que es capaz de competir contra la mirada intensa del profesor de historia Kyojorou Rengoku.

Esa mirada seguramente le iba a perseguir en sus pesadillas.

Incluso cuando lo dejo de mirar aún puede sentir sus ojos sobre él, ¿Que tanto mira en él? A no ser que tenga rayos X y lo este viendo ahora desnudo,  no hay nada más interesante en él.

Lo bueno fue que eso acabo gracias a la entrada de un profesor de Educación Física, antisocial y muy tocapelotas (insoportable).

Los va a matar con el entrenamiento, pero eso es mejor que seguir sintiendo aquélla mirada tan intensa sobré él.

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"Muy bien, hacer parejas y empezar a hacer cincuenta abdominales cada uno. Podéis hacer parejas con cualquiera mientras hagáis bien los ejercicios. " Explicó Giyuu Tomioka mientras observaba como sus alumnos empezaban a hacer grupos.

Esta era la oportunidad de Tanjiro, y no la iba a malgastar.

"¡Genya! ¡Oye Genya!" El Kamado trató de llamar la atención del joven Shinazugawa.

Genya lo podía escuchar, toda la clase lo podía escuchar.

Él Shinazugawa miró a un chico y agarró a este de la mano.

"... Haz pareja conmigo." Dijo Genya... Mas bien exigió... Aunque en realidad era una orden, no estaba la opción de negarse.

"... V-vale" Accedió el chico asustado.

Genya entonces se marchó con las otras parejas a un lugar un poco más apartado y empezó a hacer sus abdominales mientras el chico que escogió como pareja contaba sus ejercicios.

Tanjiro vio todo aquello y suspiró decepcionado, había perdido su oportunidad.

"Que pena, ya tenía un compañero..." Dijo apenado el de ojos granate.

"... Más bien lo esclavizó para no estar contigo." Dijo Zenitsu, quién había visto todo lo ocurrido.

"... Bueno, ¡Aun puedo hablar con el en las duchas!"

"¡No!" Gritó Zenitsu ante la idea de su amigo.

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"¡Hiciste un amigo Koto!" Gritó Kyogo muy emocionado mientras levantaba al pequeño niño del suelo con sus manos.

"¡Tengo un amigo! ¡Tengo un amigo!" Gritó el más pequeño de los Shinazugawa, se podía ver la gran felicidad en su linda sonrisa y ojos brillantes.

Padre e hijo acababan de volver a casa después de pasar tiempo en el parque con Rokuta y su madre Kie.

La diversión se tuvo que acabar por el día ya que Kyogo ahora tenía que cocinar para cuando las bestias que llama hijos volvieran con hambre después de su tiempo en la cárcel (escuela).

Pero mañana Koto podría pasar mas tiempo con su nuevo amigo, quedaron a la misma hora en el parque, Kie no pudo decirle que no a las súplicas desesperadas de su pequeño hijo y Kyogo no podía desperdiciar el momento para que Koto socialice.

"Bien, ahora voy a hacer la comida para las bestias, tu mientras recoges tus juguetes que están tirados en el suelo." Dijo Kyogo mientras volvía a poner en el suelo al bebé de la casa.

"¡Si!" Accedió Koto sin queja alguna.

Kyogo vio como el niño empezaba a recoger los juguetes que veia y los guardaba en una caja que había especialmente para estos.
Él adulto vio las acciones de su hijo con satisfacción y entró a la cocina... Estaba hecha un desastre.

"... Primero tendré que limpiar esto." Dijo el hombre adulto, este se remango las mangas, preparándose para la batalla llamada limpieza.

Una casa de familia numerosa es muy desordenada.
Y Kyogo es muy vago para estas cosas, pero si no ordena esto seguramente Shizu usara la ley del silencio contra él.

"¡Papá!" Llamo él niño y apareció en la puerta de la cocina. "Ya recogí mis juguetes... ¿Que hago?"

"... ¿Ya los recogiste? Que velocidad... Si quieres ve a dormir y descansa." Ofreció el adulto mientras ponía los platos en el lavabo.

"Mmmm... ¿Puedo dormír en el nido?" Preguntó emocionado el pequeño niño.

Kyogo dejó de prestarle atención a las cosas que tenía que recoger y miró a Koto.
Nadie puede entrar a los niños excepto el que lo construyó, la pareja o las crías.

Un nido es un lugar seguro para los Omegas, Zetas, Gammas, y otras castas con la capacidad de construcción de éstos. Los Alphas y Deltas también podían construirlos, pero era más cuestión de seducción que otra cosa, solo ayudan a su pareja a construir un nido cuando están interesados en tener relaciones sexuales o para asegurarse de que el niño es suficientemente seguro para su pareja y crías.

Después los padres se encargan de enseñar a los hijos a como hacer un buen nido, aunque eso ya esta en los instintos de un Omega, los adultos experimentados siempre dan consejos para que estos puedan hacer sus nidos un poco mejores.

A medida que las crías crecen estas ya no tienen tanta libertad para meterse en el nido de sus padres, aún pueden ingresar en estos, pero solo con permiso.

Koto aun es considerado una cría, un bebé.

"Claro, si quieres duerme ahí... Pero espera un momento, tengo que ver que no haya un monstruo escondido." Él hombre salió de la cocina y fue a su cuarto en él cuál dormia con su esposa.

Kyogo tiene que ver que no queda nada raro de la mañana de acción que tuvieron este mismo día.

¿Que? La gente mayor aún sabe divertirse.

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"Bien, ir a las duchas y quitaros ese olor a sudor, tenéis cinco minutos." Dijo Giyuu mientras apuntaba en su libreta los datos de los ejercicios de hoy de sus alumnos.