La mascota del profesor [2hyun; ⏸️]

35. En busca de la libertad.

Jonghyeon volvió al interior de la casa, ahora solo estaban él, sus padres y su odioso hermano menor. A pesar de que Seoho era su hermano lo odiaba porque sus padres siempre lo prefirieron a él sobre todo, siempre lo compararon con él y su vida giraba en torno a ser la sombra de Seoho.

— Jonghyeon, realmente no eres un desviado, así como Hwanwoong, ¿Cierto? — Seoho se dirigió a él con una sonrisa provocativa, parecía que sabía algo sobre él que no era bueno.

— ¡Claro que no! — Bufó viendo con despreció al otro. — ¡Que puto asco me da Hwanwoong! — Escupió solo para darle gusto a sus padres, pero en el fondo sentía pena por su otro hermano.

— Dejen de hablar de ese maricón, no tiene nada que ver con nuestra familia — Habló su padre y los invitó a sentarse a la mesa para comer. — ¡En esta casa no se volverá a hablar de Hwanwoong! — Sentenció cuando ambos menores se sentaron.

Seoho y su esposa se instalaron en la habitación más grande porque la chica estaba embarazada, los padres de ambos lo habían decretado así, mientras que Jonghyeon se instaló en la pequeña. Se sentó sobre la cama, sus padres no tenían fotografías de cuando él era pequeño, solo de Seoho, por lo que se sentía triste; sin embargo, solo podía soportarlo.

⸻【Eseo】⸻

Necesitamos hablar, no voy a la
universidad unos días y hay un
montón de asuntos que te rodean.

No hay ningún asunto, no
sé de qué hablas.

No he preguntado porque eres
mi amigo y luego me contarías,
pero no me has dicho nada. Tienes
novia, a quien no me has presentado,
le diste algo que no era tuyo y se lo
pediste de regreso, además de que
fuiste un cabeza hueca con Gyeom.
¿Sigues sin tener nada que decirme?

Te contaré todo el lunes, hoy
tengo "tiempo de calidad" con mi
familia. Hablamos luego.

⸻【✉】⸻

Kim tenía que disculparse con Hangyeom antes de que las cosas se volvieran peor, sabía que había actuado como un idiota, pero no podía dejar de pensar en la educación que había recibido en aquel internado durante los cuatro años que estuvo ahí. Él también había estado interesado en un chico, odiaba admitirlo, pero le había gustado Leedo; por lo que creía entender cómo se sentía su amigo.

¿Debería buscar a Leedo y pedirle consejos para disculparse con su amigo? No, eso era solo una excusa para ponerse en contacto con Geonhak. Dejó el celular sobre el buró y su espalda cayó en el colchón suave, ¿Realmente le gustaban las chicas como tanto decía o solo quería ocultar su gusto por los chicos para quedar bien con sus padres?

— ¿Leedo se acordará de mí? — Se cuestionó, si el mayor no se acordaba de él qué necesidad tendrían de reunirse. — Éramos muy jóvenes, dudo que se acuerde de mí — No quería que fuera así.

Ni siquiera Jonghyeon reconocería a Leedo si lo volviera a ver, habían pasado bastantes años de que había dejado el internado por lo que era obvio que ambos debieron haber cambiado mucho; en el fondo sabía que iba a buscarlo, porque sentía la curiosidad de saber qué había sido de su primer amor, si podía llamarse de esa manera.

Tomó una chamarra, guardó su celular en el bolsillo y salió de la casa de sus padres. Detestaba tener que volver a ese instituto, pero sólo podía comenzar por ahí si deseaba encontrar a Leedo. Se detuvo en la entrada reviviendo todo lo que en ese lugar había sucedido, su respiración se volvió cada vez más pesada y comenzaba a sudar frío, caminó con pasos pesados hasta el gran portón; el óxido en el metal indicaba que hacía tiempo que nadie operaba ese lugar, eso era bueno por todos los pobres niños que habían estado ahí, pero triste para él que deseaba encontrar a Geonhak.

"Clausurado" leyó el cartel que cubría el nombre de ese horrible internado, por fin habían cerrado el lugar de las pesadillas de todos aquellos niños que habían deseado volar con libertad.

— ¿También viniste a comprobar si era cierto que este lugar fue cerrado? — La voz de un chico lo hizo voltear de inmediato, no lo reconocía. — Pasé tres terribles años en este lugar porque mis padres creían que me gustaban los chicos, ahora su pesadilla se volvió realidad — Keonhee se rió.

— ¿Pasar tres años aquí no te curó? — Jonghyeon habló desde la ignorancia que le había sido forzada a estar en su subconsciente.

— Nunca estuve enfermo si te refieres a que me gusten otros varones. Tarde comprendí que no se trataba de una enfermedad como mis padres la veían, ahora que lo acepte soy feliz — Confesó el pelinegro con una sonrisa. — Fue difícil aceptar que me gustan los chicos por todo lo vivido en este lugar y por las creencias de mis padres, pero como te digo, ahora que acepte que soy gay vivo más feliz que antes, por fin soy libre — Añadió.

— ¿Libertad? — Pensó Kim en voz alta, después dirigió su mirada al desconocido. — ¿Realmente eres feliz después de decir que eres gay? — Dijo con tono despectivo, él no podría vivir con esa etiqueta sobre sus hombros.

— Yo, Lee Keonhee, soy feliz siendo gay.

Jonghyeon lo recordaba, Keonhee era uno de sus compañeros de habitación, era aquel chico que le hacía vestidos a las muñecas de su hermana. No le era posible saber que era homosexual, si el otro al igual que él había salido siendo un hombre de este lugar en el que estaban ahora.

_ Keonhee, ¿Has sabido algo de Geonhak? Vine aquí pensando que me darían información de él, pero como veo está clausurado — Kim decidió que era momento de cambiar de tema, no quería tener una charla sobre homofobia.

_ Después de salir no volví a saber nada de nadie, no sé qué pasó con Geonhak ni con Yechan ni con Jonghyeon; salí antes que ellos y me enviaron al extranjero para quitarme lo gay — Respondió el menor tratando de adivinar quién era el otro.

— Necesito reunirme con él, quiero saber si de verdad soy un marica — Dijo Jonghyeon con la voz desesperada y lo último en tono bajo.

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– Natsy-Chan 🔥🌹