Reincarnation.

PRIMER AVISTAMIENTO

 A lo largo de la vida de cualquier niña, sus padres o alguna figura mayor le aconsejarían tener cuidado con los acosadores, estar atento a quien venia detrás o delante, llevar gas pimienta y armas discretas, en el peor de los casos tendría que gritar al ser incapaz de defenderse a sí misma. Lo curioso del acosador de Ethel es que no la estaba siguiendo a ella en realidad, sino a su propio hermano con la intención de asesinarlo. No había un contacto físico real ni ninguna oportunidad de autodefensa, eso es lo que pasa cuando el agresor es una imponente figura de metal salida de las peores pesadillas de Tony Stark.

Ethel no era una fan de estar viva, pero no quería morir tan pronto. Aunque su vida jamás fue tan interesante como deseaba y ninguno de sus recuerdos era especialmente importante aún tenía la voluntad para llorar y forcejear porque tenía miedo, aun deseaba pasar de los dieciséis y conocerse a sí misma con la esperanza de encontrar un propósito o una razón de vivir, motivos que para un dios de naturaleza agresiva como el que la tenía en manos probablemente no significaban nada.

De pronto el firme agarre que aquella maquina mantenía a su cintura se aflojo levemente.

- ¿Huh..? - Expreso con una voz temblorosa solo para darse cuenta de que la maquina se había detenido a mirarla atentamente, como si algo estuviera fuera de lugar. Ethel no pudo comprender porque sintió familiar aquel gesto, pero fue suficiente para detener su llanto antes de ser lanzada lejos por el contrario al momento de ser atravesado por Lady Sif.

No hace falta decir que esa fue su única interacción con el dios de las mentiras en ese entonces pues, aunque siguiera vivo, Jane Foster dio a entender que no había posibilidad de volver a verlo ya que el mismo Thor no regreso a pesar de haberlo prometido.