"En medio de la competencia y los celos, encontraron un amor que no podía ser silenciado, un amor que marcó sus vidas como un gol imborrable en la historia del Pío FC."
Los partidos pasaban, y el cariño de la afición hacia Mar seguía creciendo. Se había ganado el apodo de "el océano" gracias a su capacidad para inundar de emoción el estadio con cada gol. Era evidente que se había convertido en una de las jugadoras más queridas por los "pollitos de colores".
A medida que se acercaba la gran final de la Queens League, el entusiasmo y la presión aumentaban. Nadie creía que Pío FC podría convertirse en el primer equipo en ganar este prestigioso torneo, pero las chicas estaban decididas a demostrar lo contrario. En la semifinal, Mar desempeñó un papel destacado al dar la asistencia para que su compañera Berta metiera el gol doble en los últimos segundos, llevando al equipo a la gran final.
-- ¡Y PIO ES EL CAMPEÓN DE LA QUEENS LEAGUE OYSHO, EN SU PRIMERA EDICIÓN!" - Todos recordamos aquellas palabras que hicieron que la afición estallara en gritos de emoción mientras el equipo levantaba la copa. El triunfo fue sorprendente, y contra todo pronóstico, Pío Femenil se había coronado campeón. Sin embargo, detrás de los aplausos y la euforia de esa noche, yacía un capítulo que pocos estaban dispuestos a mencionar.
Todos recordarán que en esa ocasión, había una deuda pendiente, ya que, a diferencia de algunos presidentes de equipo, Rivers no había tenido la oportunidad de celebrar junto a sus jugadoras en persona. Pero lo que nadie sabía es que esa realidad no era del todo cierta, y que una decisión cambiaría la vida de dos almas para siempre.
- Vamos, Rivers, solo unas horas. Ven de fiesta con nosotras - insistió una chica de cabello lacio y piel pálida.
Rivers dudó por un momento, sabiendo que su vuelo temprano al día siguiente la esperaba. -Está bien, chicas, solo unos tragos para festejar que ganamos, pero me tengo que ir temprano porque mi vuelo sale al amanecer.-
-Así se habla! Difícil de convencer no fue -comentó entre risas una tercera chica que tenía un chongo en la cabeza.
Las horas pasaban en aquel antro, donde la música retumbaba y el alcohol fluía libremente. La atmósfera estaba cargada de emoción y energía, y la gente, poco a poco, comenzaba a perder su lucidez a medida que la noche avanzaba. Un pequeño choque o un desliz podían desencadenar problemas en el futuro, y la frase "fue culpa del alcohol" se convertiría en el comodín para justificar cualquier acto impulsivo.
Pero nada podría preparar a Rivers para lo que vendría después.
Pov's Rivers
Me encontraba en una habitación desconocida, con la suavidad de las sábanas acariciando mi piel y la luz del amanecer colándose en la habitación. El miedo y la confusión se entrelazaron en mi mente, y no podía evitar preguntarme cómo había llegado a este lugar y quién era la figura dormida junto a mí.
Miré a mi lado y vi a esa persona, ajena a mí, respirando pacíficamente en el sueño. Mi corazón latía con fuerza mientras trataba de recordar los acontecimientos de la noche anterior. Sin embargo, no había más que fragmentos de risas, música y emociones.
La preocupación me envolvía, y mi mente estaba llena de incertidumbre. ¿Cómo habíamos llegado hasta aquí? ¿Quién era esta persona en la cama conmigo? La ansiedad me carcomía mientras me esforzaba por entender la situación.
Decidí con cautela levantarme y explorar la habitación en busca de pistas. Fotos borrosas en la mesita de noche, botellas vacías en un rincón y prendas de ropa dispersas por el suelo parecían susurrar vagos recuerdos de la noche anterior. Pero aún así, no podía atar los cabos sueltos que me llevarían a entender cómo había llegado a esta situación.
Mi reflejo en el espejo mostraba los signos de una noche que no podía recordar claramente. Mis labios hinchados y el rastro de marcas en mi piel eran enigmas que necesitaban respuestas. La figura dormida seguía siendo un misterio, y una voz ronca que pronunciaba mi nombre con sensualidad me tomó por sorpresa, forzándome a voltear en su dirección.
- Rivers - esa voz se repetía, mezclando preocupación y deseo, y me quedé sin aliento al reconocerla -
- M-mar... - balbuceé, luchando por comprender cómo y por qué habíamos llegado a esta situación desconocida.
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Espero les guste el capítulo, y muchas gracias a todas las personista que están votando enserio gracias por el apoyo.
