Capitulo V: El Encuentro

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Pov's Mar

Mientras entrenaba con el equipo en el campo de fútbol en España, las emociones se agitaban en mi interior. La presencia de Rivers,me había tomado por sorpresa. Sabía que había llegado a España, pero no esperaba verla tan pronto. La noticia de su regreso había corrido como reguero de pólvora entre las chicas, y todas estaban emocionadas por volver a ver a su presidenta.

A pesar de la alegría que sentían mis compañeras, no podía evitar sentir un nudo en el estómago. La última vez que había visto a Rivers, habíamos compartido una noche apasionada, pero no habíamos hablado de lo que significaba para nosotras. Esa conversación pendiente me mantenía en vilo, y no sabía cómo iba a abordarla.

Rivers, vestida con lentes oscuros, se mantenía a cierta distancia mientras observaba la práctica del equipo. No había duda de que su presencia imponía un aura de autoridad, y todas las chicas estaban emocionadas de saludar a su presidenta.

Cuando Rivers finalmente se acercó al grupo, la emoción se desbordó. Las chicas la abrazaron, le expresaron su alegría por su regreso y compartieron sus experiencias desde su ausencia. Era evidente que el equipo la extrañaba.

Sin embargo, noté que Rivers estaba al tanto de mi distancia. A pesar de las sonrisas y las palabras amigables, su mirada buscó la mía, como si quisiera entender qué estaba pasando. Era imposible ocultar la tensión que existía entre nosotras.

Cuando el entrenamiento llegó a su fin, Rivers se acercó a mi. No sabía cómo responder a su presencia después de todo lo que había ocurrido entre nosotras.

- Hola. - Mi saludo salió con un tono de voz nervioso mientras mantenía mis manos en los bolsillos de mi chamarra. No sabía si debía mirarla a los ojos o evitar su mirada.

- ¿Te puedo acompañar a tu departamento?

No fue una pregunta inesperada, y aunque parte de mí quería decir que no, sentí que era necesario aclarar las cosas. Asentí en silencio, sintiendo que nuestras conversaciones pendientes no podían posponerse más.

Nos despedimos del equipo con la excusa de que Rivers había recibido una llamada de la liga que requería su atención, y yo aprovecharía para que me llevara a mi departamento. Nadie sospechó nada, y pronto estábamos en el coche, rumbo a mi hogar.

El viaje transcurrió en silencio. No habíamos intercambiado una sola palabra, y la tensión en el coche era palpable. Miré por la ventana, tratando de encontrar las palabras adecuadas para abordar todo lo que había sucedido entre nosotras.

Finalmente, llegamos a mi departamento, y Rivers apagó el motor del coche. Nos quedamos en silencio por un momento, nuestras miradas encontrándose en el reflejo del parabrisas.

- Mar... - Rivers comenzó a hablar, su voz llena de cautela. - Sé que he evitado esta conversación por mucho tiempo. Pero necesitamos hablar de lo que sucedió.

Mi mente se llenaba de preguntas y dudas, y sabía que no podía seguir ocultando lo que sentía.

Finalmente, me enfrenté a la incertidumbre que había estado carcomiéndome desde aquella noche.

- ¿Qué significó para ti aquella noche? - Mi voz salió con determinación, pero mi mirada reflejaba una mezcla de inquietud y anhelo. Esperaba que Rivers entendiera la gravedad de la pregunta.

Un silencio incómodo se apoderó del lugar mientras esperaba su respuesta. Mi corazón latía con fuerza, y mis manos se aferraron nerviosamente a los brazos de una silla cercana. Sabía que esta conversación era necesaria, pero no podía evitar sentir miedo a la respuesta de Rivers.

- Mar... - Rivers finalmente rompió el silencio, y su mirada se encontró con la mía. Había una expresión de confusión y seriedad en su rostro. - Aquella noche... fue intensa. Pero también fue inesperada. No sabía que iba a suceder, y me tomó por sorpresa.

Pasión en el Pío FCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora