"En medio de la competencia y los celos, encontraron un amor que no podía ser silenciado, un amor que marcó sus vidas como un gol imborrable en la historia del Pío FC."
Los días pasaron y las entrevistas al equipo campeón de la Queens League revolucionaron Internet. Todos querían tener una entrevista con las actuales campeonas, pero solo unos pocos tuvieron la suerte de lograrlo. En una de esas entrevistas, una emprendedora periodista logró reunir a todas las jugadoras, proporcionando a la afición de Pío un contenido especial.
- Parece que hubo muchos videos en TikTok y Twitter relacionados con esa fiesta, así que podemos asegurar que se divirtieron mucho - Comentó Alba con una sonrisa traviesa, provocando risas entre las chicas.
Mientras se relataban anécdotas de la fiesta y se compartían risas, la conversación se volvió más bromista.
- Mar, ¿es cierto que te llovieron halagos y coqueteos de los chicos en esa fiesta? - Preguntó Berta con una mirada cómplice.
Mar rió, sabiendo que sus amigas estaban aprovechando la oportunidad para hacer un poco de broma.
- Bueno, quizás recibí algunos elogios, pero nada que no pueda manejar. - Respondió Mar con una sonrisa pícara, mientras sus compañeras seguían riendo.
- ¿Mar, nos estás ocultando tus admiradores secretos? - Preguntó Julia, fingiendo sorpresa.
Mar rió de nuevo, disfrutando de la complicidad de sus compañeras.
- No, no, son solo chicos que estaban emocionados por la victoria y querían felicitarnos. Nada serio, chicas. - Aclaró Mar con una sonrisa, aunque no podía evitar que una pizca de rubor tiñera sus mejillas.
Las risas y las bromas continuaron durante la entrevista, creando un ambiente de camaradería y alegría. Las chicas compartieron anécdotas y secretos de la fiesta, dejando que la afición conociera un lado más relajado de su vida como campeonas.
- ¡Eso suena como una fiesta inolvidable! - Exclamó Alba, emocionada.
- Definitivamente lo fue. Gracias a todos, recuerden que está victoria va por ustedes ¡Los queremos, pollitos de colores! - Dijo Mar, mirando a la cámara con gratitud y cariño.
La entrevista siguió su curso, y las chicas continuaron compartiendo risas y anécdotas, sin saber que alguien más se encontraba escuchando aquella entrevista.
Pov's Rivers
Tras la conclusión de la entrevista, no pude evitar que una mezcla de emociones se apoderara de mí. La felicidad por la victoria del equipo se veía ensombrecida por una sensación abrumadora de celos, enojo y una pizca de miedo. Necesitaba respuestas, y sentí que la distancia entre Mar y yo se hacía aún más evidente.
Sin poder contener mis emociones, tomé mi teléfono y escribí un mensaje a Mar:
Rivers:¿Qué fue todo eso en la entrevista, Mar? ¿Quiénes son esos chicos de los que hablaban?
La respuesta de Mar no se hizo esperar, y mis ojos se centraron en su mensaje con un nudo en la garganta:
Mar: Rivers, no son nadie.
Las palabras de Mar intentaban calmar mis celos y enojo, pero la tormenta de emociones que había desatado la entrevista aún rugía en mi interior.
Rivers: ¿Seguro que no hay nada de qué preocuparse, Mar? Parecía que estabas disfrutando de la atención.
Mar: Está es una la única forma en la decides hablar después de lo que pasó, Rivers. ¿De verdad esperabas que no disfrutara de la atención en una fiesta que tú decidiste evitar?
Sus palabras me golpearon como un puñetazo. Había estado evitando la conversación sobre lo que había ocurrido entre nosotras, y ahora me veía enfrentando las consecuencias de mi elección.
Rivers: Mar, yo...
Antes de que pudiera terminar mi mensaje, Mar respondió con más reproche
Mar: ¿Qué? ¿No sabes qué decir? Porque yo sí. Después de lo que pasó, te fuiste sin decir una palabra, y ahora que ves que podría haber alguien más, decides aparecer.
Sus palabras eran un recordatorio doloroso de mi propia evasión y falta de comunicación. Había dejado un vacío entre nosotras y, en ese espacio, habían crecido malentendidos y dudas.
Rivers: Mar, lo siento. No era mi intención...
Mar:¿No era tu intención? Eso no cambia lo que pasó. Necesitamos hablar sobre esto en persona.
Mar tenía razón, y su respuesta me hizo darme cuenta de que no podía evitar más esta conversación. Había herido a Mar con mi evasión, y era hora de enfrentar las emociones que habíamos desencadenado.
Rivers:Tienes razón. Necesitamos hablar. Estaré en España en unos días por cosas de la kings league..
La respuesta de Mar no llegó de inmediato, pero su silencio hablaba de la gravedad de la situación. Ambas sabíamos que había un mundo de emociones sin resolver entre nosotras, y la conversación que nos esperaba sería crucial.
Los días pasaron lentamente mientras me preparaba para viajar a España. La conversación con Mar había dejado un agrio sabor en mi boca, y el nudo de emociones en mi pecho no se deshacía. Sabía que era hora de enfrentar lo que había sucedido entre nosotras y resolver las dudas y malentendidos que habíamos creado.
Finalmente, llegó el día de mi vuelo a España. El viaje se sintió eterno, y mi mente estaba llena de pensamientos y preguntas sin respuesta. ¿Qué significaba para nosotras lo que había ocurrido aquella noche? ¿Era el comienzo de algo más profundo, o simplemente un error que debíamos superar?
Al llegar a España, me dirigí al campo de fútbol donde las chicas se encontraban en plena sesión de entrenamiento. La necesidad de ver a Mar era abrumadora, pero el temor a lo que pudiera suceder también pesaba en mi mente.
Observé desde la distancia cómo el equipo trabajaba en jugadas y tácticas para la próxima copa. La mezcla de orgullo por el equipo que se había formado y la culpabilidad por lo que había sucedido aquella noche me invadía. ¿Que pasaría si se enteraran de lo que sucedió esa noche?
Después de unos minutos, mi presencia no pasó desapercibida, y el cuerpo técnico se percató de mí.
Mientras observaba el entrenamiento, fui consciente de que mi mirada estaba fija en Mar, me sentía como una especie de acosadora, y agradecí llevar gafas oscuras que ocultaban mis emociones y mirada.
En medio de mis pensamientos, fui abordada por Samper, un miembro del cuerpo técnico del equipo. Me saludó con un abrazo cálido y una sonrisa.
- ¡Enhorabuena, Rivers! No sabía que ya habías llegado a España; de lo contrario, habría ido a recogerte. - Su voz era amigable y acogedora.
- Quise darle una sorpresa al equipo. Además, es una oportunidad para conocer un poco más sobre cómo están las chicas. - Mi voz sonaba tranquila, pero mi mente estaba llena de preguntas sin respuesta.
- Están dándolo todo, Rivers. Flor las está preparando para la próxima copa, y el equipo está en un gran estado de ánimo. - Samper compartió la información con entusiasmo.
Las palabras de Samper me tranquilizaron en parte. Saber que el equipo estaba unido y enfocado en sus objetivos me dio algo de alivio. Sin embargo, también sabía que había una conversación pendiente con Mar, y no podía evitar sentirme ansiosa por lo que vendría a continuación.
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