Al final me va a gustar vivir en Sevilla.

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Un pito hace que me despierte sobresaltada.

Me levanto de la cama, me asomo por la ventana y veo el camión de la mudanza con los muebles.

Veo a mi padre hablando animadamente con el del camión.

Oigo unos golpes en mi puerta haciendo que devie la mirada hacia ella. Entra mi hermana y le sonrió

-Buenos días hermanita -la miro de arriba a abajo- ¿Qué te trae por mi habitación? Pensaba que estabas contesta con la tuya -me rio-

-Y lo estoy -se rie- Venia a decirte que te cambiarás y bajarás a ayudar

-Vale, me cambio y bajo -le sonrio antes de que cierre la puerta-

Me dirigo a mi armario y observó la ropa.

Me decanto por unos shorts de talle alto, una camiseta azul por encima del ombligo y me pongo mis inseparables vans blancas.
Entro en el baño y me hago una coleta.

Abro la venta y bajo animadamente las escaleras.

Salgo a fuera y veo a mi hermana, a mi padre y a dos hombre.

-Buenos días -sonrio-

-Buenos días hija -me da un beso en la frente- Estos son Luis y Alejandro, son los que nos hacen la mudanza.

-Encantada, yo soy Rocío -me presento mientras les estiendo la mano-

-Encantada guapa -me dice Luis, sonriente- Bueno, ¿nos ponemos manos a la obra?

-Claro, empezamos -responde mi padre, muy sonriente-

**************

Colocamos el último mueble en el salon entre mi hermana, mi padre, Alejandro y yo.

Una vez que esta colocado me tiro en el sofá mientras suspiro cansada.

-¿Ya estas cansada? -me pregunta mi padre haciendo que Alejandro y mi hermana se rian-

-Un poco -me rio- ¿Hay algo más? -me levanto del sofá, dispuesta hacer lo que halla que hacer mas-

-No, es todo -me responde Luis entrando por la puerta-

-Gracias chicos, ¿que os debo? -les pregunta mi padre-

-Serán 95 euros -le estiende Luis un papel, la factura supongo-

-¿Tan poco? -pregunto asombrada-

-¿Cuanto pensabas que iba a costar? -me pregunta Luis entre risas-

-Pues nose, ciento y algo -me encojo de hombros- Pero si es menos mejor -nos reimos todo-

-Bueno chicos muchas gracias -les da el dinero mi padre- Ya nos veremos -los acompaña a la puerta

-Nada hombre -se estrechan las manos- Ya nos veremos

-Adiós guapas -se dirije a nosotras Alejandro- Creo que os llamare algún día para que nos ayudéis hacer alguna mudanza -nos reimos-

-Vale, sin ningún problema -le responde mi hermana entre risas-

-Adiós, gracias de nuevo -me despido con la mano mientras se suben al camion-

-Nada hombre, que os valla bien -se despiden con la mano, arrancan y en menos de un minuto desaparecen por la esquina-

Observó la casa nueva con los muebles de mi antigua casa.

Cada mueble que miro un recuerdo se apodera de mi.

Recorro toda la casa, habitación por habitación.

Eres el círculo vicioso del cual no quiero salir {GEMELIER}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora