Nos separamos por falta de aire.
Dejando solo unos centímetros de distancia entre sus labios y los mios.
-Valla -sonríe Dani- No sabes las ganas que tenia de que llegara este momento -me confiesa-
-¿Enserio? -le pregunto, contenta-
Asiente.
Nos besamos de nuevo.
Le pongo mi mano detrás de la nuca para profundizar más el beso.
Un beso que acaba en mordida.
-Cómo sigamos besandonos -me mira con cara de pillo- Acabaré adicto a tus labios
Y sonrió.
Sonrió como una idiota
¿Desde cuando tiene tanto efecto sobre mi? -me pregunto-
-¿No quieres? -le pregunto, divertida-
-No se -me mira, sonriente- ¿Me dejas darte otro beso para comprobarlo?
Asiento y me besa de nuevo.
Este beso es mejor que los dos últimos.
Es lento.
De los que me encanta.
Nuestras lenguas se encuentra.
Y comienza una batalla entre ellas.
Suena mi teléfono haciendo que nos separemos.
Veo el nombre y sonrió.
Los descuelgo.
-Hola enano -le saludo sonriente-
-Tengo una noticia -me suelta, sin mas-
-¿Qué noticia? -le pregunto- ¿Es buena o mala?
-Depende de cuantas ganas tengas -y se que esta sonriendo aun que no lo pueda ver-
-Me la quieres decir ya -le exijo impaciente- Va
-Mi madre ha hablado con tu padre -hace una pausa-
-¿Y que le ha dicho? -me levanto de la cama y Dani me mira atentamente- Manu, ¿quieres decírmelo de una vez?
-Pues han estado hablado y voy a Sevilla -chilla y sonrio-
-¿Hablas enserio? -le pregunto, sin creermelo-
-Claro, en unos días me tienes ahí -se rie-
-Ai dios que te voy a ver -se me cae una lágrima de felicidad- No sabes las ganas que tengo
-Y yo pequeña, bueno te dejo que voy a ir preparando las cosas
-Espera, ¿Cuantos días te quedas? -le pregunto nerviosa, espero que de bastante tiempo-
-Ahh, eso ya te lo diré cuando te vea -me muerdo el labio, odio que me deje con la duda-
-Sabes que odio que me dejes con la duda -me rio-
-Lose, por eso lo hago -se rie al otro lado del telefono- Luego hablamos pequeña, te quiero muchisimo
-Yo también te quiero pequeño -miro a Dani- Adiós idiota
Cuelgo el teléfono y lo dejo en la mesita de noche.
Me tumbo alado de Dani.
Y lo miro