Volvemos a casa después de una larga tarde.
El camino de vuelta se trata de risas y alguna que otra cosa sobre nuestras vidas.
Llegamos a la puerta de nuestra casa, ya que esta antes que la de los gemelos.
-¿Os apetece quedar mañana? -les pregunto a los gemelos y cambian una mirada entre ellos-
-Claro, ¿que os apetece hacer mañana? -acepta Jesús en nombre de los dos-
-¿Piscina? -propone mi hermana-
-Me parece bien, ya empieza hacer calor -acepta Dani por su cuenta-
-¿En nuestra casa? -les pregunto de nuevo-
-Sí -acepta Dani- He podido echar un ojo por la ventana y es más grande que la nuestra -nos reimos-
-Qué fuerte, espiando las piscinas de los vecinos. ¿Y si llego a estar bañandome desnuda? -pregunto haciendo que todos se rian-
-Qué hubiera disfrutado de las vistas -confiesa Dani, guiñandome un ojo-
Noto como mis mejillas arden, significa que estoy más roja que un tomate.
Veo como Dani se rie, como si su vida dependiera de ello.
-Nunca había visto a una chica ponerse tan roja -dice entre risas- Y eso que suelo piropear a muchas
Lo miro con mala cara
Eso me ha jodido un poco
Espera Rocio, ¿como que te ha jodido un poco?
-Rocío, ¿Estas ahi? -pasa Jesús una de sus manos por mi cara, ladeo la cabeza dejando a un lado mis pensamiento. Lo miro y le sonrio-
-Perdón estaba en mi mundo -me avergüenzo un poco- ¿Qué decíais? -intento meterme en la conversación-
-Qué mañana a las diez quedamos, ¿estarás despiertas? -me resume Dani la conversacion-
-Claro, ¿como iba a perderme un día de piscina? -sonrio- y menos si es en mi casa -me rio-
-Bueno pues mañana nos vemos -nos da dos besos Jesus- A las diez en pie
-Qué si pesado -le dice mi hermana antes de despedirse de Dani con dos besos-
Ahora se acerca a mi Dani, me da dos besos.
Y no se por que, pero me he puesto nerviosa.
-Levántate eh -me amenaza Dani-
-¿O si no que? -le reto-
-Qué subire a tu cuarto y te tiraré un basó de agua -se da la vuelta para irse a su casa-
Niego con la cabeza mientras sonrió.
Entramos a casa y vemos a mi padre sentado en el sofá.
-Hola papa -le saluda mi hermana- ¿Qué tal el día? -se sienta a su lado-
-Bien, ¿Y el vuestro? -pregunta mientras apaga la televisión-
-Bien, los gemelos son muy majos -me siento a su lado- Gracias a ellos conocemos parte de esta ciudad.
-Mairena hija -se rie mi padre- Os tenéis que aprender el nombre ya -nos reimos ahora los tres-
-Es raro -le confiesa mi hermana a mi padre-
-Es cierto -le apollo- Es bastante raro -me rio-
-Un poco si la verdad, anda subir a cambiaros y pedimos algo para cenar. ¿Os parece bien? -pregunta mi padre levantándose del sofá y cojiendo el fijo-