ADVERTENCIA: esta historia contiene dominación, sumisión, sadismo y masoquismo. no leas si sabes que no te gustará
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Renjun no iba a mentir, sentía vergüenza de sí mismo cuando seguía esperando a Jaehyun despierto, los días que este salía más tarde de trabajar, en espera de un poco de diversión.
Sentía vergüenza porque para ese punto ya lo hacía un patético seguir intentándolo, su esposo apenas estaba interesado en besarlo. Mucho menos tendría ganas de darle ningún tipo de placer.
Apenas llevaban un año de casados y justo como lo fue cuando eran novios, al principio todo fue perfecto. Renjun incluso llegó a tener la certeza de que Jaehyun era su alma gemela, la persona indicada para su vida y con quién pasaría el resto de sus días.
Pero en los últimos meses todo había cambiado, era bastante obvio que Jaehyun ya no tenía el mismo interés por él.
El hombre intentaba evitar que las cosas subieran de tono entre ellos cuando estaban a solas, aún cuando en un pasado no lejano, solía gemir en el oído de Renjun que lo encontraba malditamente irresistible.
Pero no sólo era diferente a la hora del sexo, era todo. La manera en la que ahora le hablaba tan diferente, la manera en la que ya sus ojos no brillaban a mirarlo. La forma en la que parecía estar tan ausente y poco interesado en su humor o bienestar, si había comido bien o no. Si estaba triste, feliz o tal vez enojado. Jaehyun ahora parecía tan frío e indiferente.
Jaehyun había dejado de amarlo y no hacía falta que lo dijera en voz alta, porque sus acciones lo confesaban todo.
Y no había sido como que Renjun no había intentado hablar con él, intentar entenderlo. Incluso considero la idea de que algo hubiera pasado con Jaehyun de lo que él no estaba enterado, tal vez alguna cosa que le impidiera querer intimidad. Lo consideró todo hasta que tuvo que llegar a la opción más dolorosa. Todo entre ellos se había acabado.
Renjun lo había intentado, realmente lo había hecho. Buscó encontrar una solución a las cosas, pero era como si solamente él hiciera algo por esa relación. Jaehyun jamás devolvía el mismo interés.
Estaba tan cansado de sentir que luchaba solo para al final no llegar a ninguna parte, no tenía caso.
¿Lo amaba? Sí, él lo amaba. De hecho a veces parecía que había sido el único sincero al entregar amor.
Pero Renjun no estaba dispuesto a sufrir por nadie. Ni siquiera por su esposo.
No le importaba lo que otros pudieran pensar. Un matrimonio no tenía que ser para siempre, podía romperse. No hay razón para quedarte en un lugar donde no estás teniendo ningún tipo de satisfacción y que sólo te hace sentir mal acerca de ti mismo, por lo que le importó muy poco cuando le contó a su madre su plan de pedirle el divorcio a Jaehyun y esta le dijo que ahora que ya estaba casado, mejor que no se dejara llevar por esa decepción y luchara un poco más.
A él no le daba la gana, era tan simple como eso.
Jaehyun no lo hacía sentir querido, pero él se quería a sí mismo lo suficiente y por eso mismo no soportaba estar recibiendo tan poco cuando creía completamente que lo merecía todo.
Jaehyun, además de ya no ser afectuoso, se había convertido en un aburrido total.
Renjun apenas tenía 23 años, era joven y jodidamente sabía que era muy precioso.
¿Placer? Sí, él lo quería todo y no le podía importar menos admitirlo.
Quería las risas, lo romántico, los detalles, la atención, el cariño y todas las cosas especiales, pero no tenía prisas en encontrar pareja nuevamente, y mientras también quería alguien que lo tocara justo dónde y cómo se debía.
No tenía más tiempo que perder. Podía parecer una decisión por una razón bastante superficial, pero nadie le podía decir que estar necesitado de las cosas buenas de la vida estaba mal.
Así que un día fue a la oficina de Jaehyun y le tiró los papeles de divorcio en toda la cara, tomándolo por sorpresa.
—Follas de la mierda, eh. Quiero los papeles firmados pronto porque me voy a cortar la garganta si comparto cama contigo un día más —sin tacto alguno, Renjun le dijo bruscamente mientras mascaba chicle de manera ruidosa, porque sabía que a Jaehyun le molestaba y había decidido hacerlo ese día especialmente—. Cuando vuelvas a la casa ya no estarán mis cosas. Adiós.
Renjun le dio la espalda sin querer ver su estúpida expresión de sorpresa un segundo más.
Se dirigió a la salida, y en cuanto salió por la puerta se sintió libre inmediatamente.
Libre de estar con quién quisiera, cuando quisiera y haciendo lo que quisiera.
Pero nunca imaginó que ese "quién", en realidad terminaría siendo un "con quiénes quisiera."
Porque Renjun terminó enganchado a seis chicos, y aún después de años, nunca se arrepintió.
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Renjun x Dream, aunque habrá más renmin
Fue una decisión complicada elegir entre Renmin o Renhyuck así que utilicé una ruleta 😭
