𝐈𝐍𝐅𝐀𝐂𝐓𝐔𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 | Hwang Hyunjin

Ⅰ;

Mayo, 2016

Quizás fue aqui donde todo comenzó, o quizás todo empezó a sus doce años, cuando ella solo quería ser una niña feliz, una niña llena de amor, ser comprendida y amada por sus padres, familia y amigos. Empero, era todo lo contrario, a diario era juzgada por su familia, acusada por cosas que sus hermanos hacían terminando en castigos, aún cuando su familia sabía que la culpa nunca era de ella pues era la más tranquila, obediente y correcta de cuatro hermanos.

Sus padres nunca estuvieron casados, pero eso no fue impedimento para sus constantes peleas y gritos delante de sus hijos, ya sea en casa de su mamá o en casa de la familia de su papá. Peleas y gritos que al final terminaban siendo "culpa" de ella, sin razón alguna, solo la culpaban por ser la mayor de cuatro hermanos y no ser una niña "normal", pues no le gustaba salir a jugar con las niñas de su cuadra, prefería estar viendo televisión, dibujando, escribiendo cualquier cosa que consiguiera en los libros que su tía le regalabla cada año, o incluso jugando a las Barbies con su hermana, o a los super heroes con sus hermanos.

A sus trece años, las discusiones, acusaciones y castigos aumentaron aún más, solo porque ella quiso ser una niña "normal", empezó a juntarse con las niñas y niños de su cuadra todos los días a la misma hora en el parque cerca de su casa, pero a su papá no le gustaba que ella saliera de casa lo cual siempre causaba peleas entre sus padres porque su mamá si quería que ella hiciera amigos y dejara de estar todo el tiempo sola encerrada en su habitación o viendo algun drama con alguna de sus abuelas. Quizás debió hacerle caso a su padre, quizás si tan solo lo hubiera hecho sus padres nunca hubiesen peleado por su culpa, los niños con los que se juntaba no la hubiesen molestado, el bullying que recibió desde pequeña no hubiese continuado también fuera de la escuela y así ella nunca hubiera recurrido a lastimarse sus muñecas para calmar el dolor que le causaban a diario.

A sus catorce años las marcas en sus brazos y muñecas no podían ocultarse con sus hoodies y mucho menos sus pulseras, por lo cual tuvo que recurrir a lastimarse en sus piernas, lo cual era mucho más fácil de ocultar. Trató de no hacerlo más, trató de dejar de lastimarse, trató de hablar con sus padres y conseguir ayuda pero nada funcionó, sin embargo consiguió su propio escape de la realidad en los libros, historias publicadas en una página donde adolescentes podían dejar salir todas sus ideas a flote sin ser juzgados. Todo estuvo bien por un tiempo, sus padres no la molestaban, había cambiado de escuela, los niños ya no la molestaban, tenía a su mejor amiga que veía todos los fines de semana para poder hablar sobre sus bandas favoritas y/o alguno que otro libro que estaban leyendo en el momento. Pensaba que estaba sanando y que quizás todo iba a estar bien de ahora en adelante, ella estaba creciendo y madurando más rápido de lo que una niña de catorce años debería, al igual que su hermana menor; la cual, al contrario de ella, a sus doce años ya era popular, la invitaban a fiestas todos los fines de semana, los niños incluso mayores que ella le coqueteaban pero ella terminaba rechazandolos.