Prólogo

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"El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar

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"El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar."

Anónimo

Ella era una chica inteligente y trabajadora que nunca se detuvo hasta alcanzar su mayor sueño, Tia alcanzo a tener su propio restaurante, pronto se hizo famosa por su gran sazón, Sam se alegro por ella, cada vez fue más difícil acercarse a Tia, pues ahora esta rodeada de gente importante de clase alta, llevaba consigo unas cuantas flores que pudo comprar, fuera de la mansión en la que ahora vivía Tia, ella era abrazada por un hombre, este era un príncipe, el ramo que el otro joven entrego a Tia era mucho más grande, no se podía comparar, dio la vuelta de regreso al emporio del vudú.

《En que estaba pensando, ahora ya no somos iguales》

Apretó las flores con rabia, se supone Tia era solo su amiga, pero sintió su corazón doler por verla con alguien más, tomo un muñeco de vudú con una foto del príncipe, sostuvo un alfiler, pero luego se arrepintió, no estaba bien dañar a otros por codiciarla, esa misma noche tomo sus cosas y se marcho, solo deseo que su amiga tuviera un felices por siempre, por que si se quedaba tal vez no podría controlar sus acciones, odiaba a ese príncipe, pero si para ella era alguien a quien amar, los dejaría en paz.


"El Hechicero del Vudú y la princesa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora