Satoru oía voces a su alrededor, como ininteligible ruido de fondo, un zumbido que no podía reconocer con demasiados tonos agudos que se le clavaban en el cerebro. Trató de parpadear, pero nada más abrir sus ojos apenas una rendija la intensa luz le hizo cerrarlos de nuevo. Confuso movió la mano para palpar la cama hacia su costado derecho donde sabía que lo encontraría a el…… pero no había nada, sólo la fría textura de la sábana bajo sus dedos.
El muchacho parpadeó tratando de acostumbrar sus ojos a la blanca luz y se incorporó entre las almohadas.
—¡Satoru!, ¡Eres un maldito idiota! —gritó Suguru al ver que su amigo de piel pálida por fin estaba despierto— ¡¿Sabes el susto que me has dado, jodido bastardo?
Sin poder contenerse, el pelinegro le lanzó un manotazo a Yoongi que este, todavía aturdido, no pudo esquivar, acertándole directamente en la cabeza y logrando que el Peliblanco soltara un gruñido de inesperado dolor mientras se preguntaba qué era exactamente lo que ocurría a su alrededor.
—Ya déjalo Suguru—pidió Shoko con aburrimiento arrastrando las palabras con cansancio.
—Gojō, estás en el hospital —explicó Nanami sentado en una silla que estaba en la esquina de la habitación.
El pálido lo miró y después desvió la vista hacia Suguru, a su lado, para finalmente mirarse a sí mismo, precisamente sus muñecas vendadas. Había vuelto a esa realidad de la que había querido huir.
—Estoy despierto… otra vez —dijo torciendo la boca con disgusto—, ¿No podías simplemente dejarme en paz, eh Suguru?
—Perdóname por evitar que murieras... —exclamó sarcásticamente el pelinegro con tono ofendido.
Satoru se dejó caer en el respaldo de la cama mientras cerraba los ojos.
—Gojō...—Escucho la voz de su amigo con voz estrangulada.—Lo que hiciste no estuvo bien y lo sabes.
No contesto, claro que lo sabía pero como explicarles que el ya no tenía nada en este lugar que lo hicieran quedarse, ellos no saben lo que sentía, así que no tenían derecho a juzgarlo.
—Deja de sermonearme Suguru, eso no funciona conmigo.—gruño mientras apretaba las sábanas.
—Tienes que dejarlo ir...—murmuro, mientras se sentaba a un lado de la cama.—Se que fue alguien importante para ti, incluso para nosotros. Pero no puedes dejar que eso afecte tu futuro.
Satoru negó varias veces.— Yo...lo amaba, lo amo...no es fácil dejar toda esta mierda.
Shoko suspiro.—Pero para eso estamos nosotros, tus amigos...— Se señaló a ella y a los otros dos en la habitación, aún que Nanami le miro con una ceja alzada .— Nosotros te ayudaremos, haremos que seas el mismo chico engreído y psicópata de hace años.
Suguru lo tomo por el hombro dándole un ligero apretón en forma de apoyo.
Realmente estaba acostumbrado a estar solo, toda su vida fue así desde que nació, bueno hasta que lo había conocido a el.
El se había vuelto su mundo entero y solo el, y pensando Satoru que el también era el mundo entero del otro...pero se había dejado llevar por una idea egoísta. Tal vez el era el único que pensaba eso.
Así que al escuchar decir aquello de su compañera, sintió un poco de alivio en su corazon aún muy lastimado.
—Gracias...—murmuro de manera que apenas lo podían escuchar, pero sus compañeros lograron oirlo perfectamente.
—¡Ah! ¡Lo oíste Nanami!—Suguru miro al rubio con cierta emoción.—¡Dime que lo grabaste! El gran Satoru Gojō les dijo gracias a estos seres débiles.
Satoru sintió una venita palpitar en su frente, por primera vez está siendo sincero con ellos y estos solo se burlaban de él.
—Deja de joder Suguru, no es como si nunca te hubiera dado las gracias antes.— Gojō dijo mientras trataba de quitarse los cables que estaban conectados a su brazo.
La castaña al ver lo que estaba haciendo se acercó a el con cara de molestia y le dio un manotazo. El Peliblanco le miro ofendido mientras soltaba un bufido—Satoru no estas bien aún, tengo que hacerte más exámenes para ver qué no hayas sufrido alguna herida interna. Tienes que guardar reposo.
—Ya estoy bien Shoko.— evidentemente al tratar de ponerse de pie un terrible mareo lo hizo perder el equilibrio y volver a sentarse en la cama a duras penas bajo la mirada divertida de Shoko.
—Te lo advertí.— se había burlado la castaña en tono satisfecho.
Gojō la miro molesto, odiaba verse débil frente a los demás.—Como digas.
—Por cierto...—hablo Nanami atrayendo toda la atención de los tres compañeros que estaban ahí.— Se que es demasiado pronto Satoru y creo que no es conveniente hablar de este tema contigo en el estado que estás ahora, pero realmente es urgente decírtelo como hechicero que eres.—dijo con una seriedad que empezó a poner tenso a los demás.
Gojō pudo ver cómo su amigo tensaba la quijada, mientras apretaba los puños, a leguas podía ver lo molesto que estaba.
—¿De que hablas Nanami? O mejor dicho...—Satoru vaciló un poco.—¿De quien se trata?
Nanami suspiro con resignación mientras miraba hacia la ventana de la habitación, tratando de evitar la mirada de los presentes.— Esto... Es sobre Yuuji Itadori.
Gojō tembló temiendo que algo le pudo haber pasado al chico.
Ja.
Que masoquista es, apesar de que el nombrado es el culpable de su estado emocional, sigue preocupándose por este.
—¿Que sucede con Itadori? —su voz sonaba tranquila.
—El juntos a los demás de primer año, desertaron.—Explico.
—No entiendo.—dijo confundido.¿A qué querían llegar con esto?
—Significa que ahora son traidores Satoru.— comento Shoko mientras metía sus manos a los bolsillos de la bata blanca que traía puesta.— Pero eso ya lo sabíamos. Lo que trata de decir Nanami es más complicado que eso.
Gojō miro con impaciencia a Nanami, esperando la información restante.
Nanami se acomodo un poco la corbata, puede sentir como le falta el aire.— Gojō... mataron a los demás hechiceros que se encontraban en la escuela.
—¿Que?—espero algun indicio de que todo era una broma de ellos.—No, eso no puede ser. Ellos jamás harían tal cosa.
—Se que te cuesta trabajo aceptarlo ahora Satoru.—Menciono Suguru.—Pero es la verdad.
—¿¡Cómo sabes eso Geto!?.—dijo exaltado mientras trataba de pararse agarrándose del borde la la cama.
—Estuvimos ahí...—Shoko se recargo en la pared blanca.— Lamentablemente llegamos tarde, la mayoría estaba...— Shoko susurro con resentimiento e ira.—No pudimos salvarlos, no a todos.
—Pero eso no significa que fueron ellos.—Trata de asegurar Gojō.—Tal vez ellos estab— fue interrumpido por Suguru que había golpeado la pared, haciéndole una grieta a esta.
—¡Demonios Satoru!—Exclamo alterado.—¡Estaban ahí! ¡Los vimos huir cuál delicuentes cometiendo un crimen!
—Vamos—proclamó Satoru dándose la vuelta con decisión y encaminándose hacia la puerta para ir a buscar la verdad, por qué no, el no podía aceptar eso. Necesitaba respuestas.
Sin embargo, antes de que pudiera dar más de tres pasos un mareo hizo que la habitación comenzara a darle vueltas y su vista se nublara.
—¡Gojō! —el amortiguado grito de Geto fue lo último que oyó antes de que todo se volviera borroso y se desplomara ante sus consternados compañeros.
Continuara...
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Broken Heart [Goyuu ]
ФанфикÉl lo abandonó porque jamás significó nada. El quedó destrozado hasta el punto de ser irreconocible. Años pasan, y el destino los junta. ¿Qué haces cuando encuentras al único hombre capaz de destrozar tu ya muy jodido corazón?