—Gojo sal de ahí de una maldita vez—alzó la voz suguru mientras golpeaba la puerta de madera por quinta vez.—...
Suspiro el pelinegro mientras cerraba los ojos con notable molestia, su amigo llevaba más de medio día encerrado en su habitación y no había salido ni siquiera para la cena, lo cual le empezaba a preocupar. —Satoru, amigo ¿Que sucede?
Solo escucho como sonaba pequeños pasos dirigiéndose a la puerta, para ser abierta solo un poco. Apenas podía ver el rostro de gojo asomarse por está ya que parecía estar todo oscuro adentro de la habitación.
Grande fue su sorpresa al ver a su amigo con los ojos hinchados y por no decirlo exageradamente unas pequeñas ojeras.
—Nada.
No.
Algo estaba mal.
—Satoru...tu...—Suguru no supo que decir, y es que el estado en el que se veía Gojo no era para nada agradable.—¿Estás seguro?
Gojo cerro los ojos por la luz que provenía de afuera llegando a lastimar su campo de visión , y sonrió.
Suguru lo sabe, sabe que esa sonrisa no significa nada. Por qué para cualquiera podría ser normal. Pero para el no, lo conocia mejor que nadie y sabía que aquella sonrisa carecía de sentimiento, de felicidad...de vida.
—Todo está bien ahora Suguru.—murmuro Satoru.—Todo está mejor.
No. Mentía.
El pelinegro se estremeció ante aquellas palabras, la manera de decirlo hizo que se pusiera alerta, este no es Satoru, no es su amigo que conocía hace más de 5 años.
—¿Puedes salir de la habitación...?—dijo Suguru tratando de ver si gojo estaba completamente sano físicamente. Por qué claramente se veía mal emocionalmente.
Satoru apretó sus labios formando una pequeña mueca de molestia. Abrió sus ojos para mirar por primera vez a su amigo. Suguru sintió un escalofrío cuando sus ojos azules se posaron en el.
Una mirada de dolor, ¿Como alguien tan hermoso como el puede sufrir de esta manera?
—Suguru...gracias.
—¿De que?—Suguru no entendía a qué se refería su amigo. Intento buscar una causa por la cual Satoru se encontraba en aquel estado tal deplorable y un click hizo su mente al encontrar la posible razón de que el peliblanco este así.—¿Es yuuji no? Todo esto es por el.
Satoru contuvo el aire de sus pulmones al escuchar aquel nombre que lo está atormentado justo en ese momento y que lo tiene de esa manera tan miserable.
¿Por qué?
¿Para que amar si al final siempre nos rompen el corazón? No importa si el amor tiene espinas, si es salado, si es amargo, nada de eso importa porque quien ama toma todo el riesgo del mundo, si el amor es una daga, nosostros nos la insertamos en el corazón, sin pensarlo dos veces y somos felices, hasta que aquella frase es pronunciada "Todo ha terminado entre tu y yo", estas son las palabras que se convierten en el antídoto cruel y certero que hace que aquellas espinas duelan una por una a la hora de quererlas arrancar de tu piel, que esa daga, al momento de quitártela deje herido al corazón, y esas venas que una vez estuvieron bombeantes de amor, exploten sin esperanza alguna.
Así es... el grande Satoru Gojo considerado el más fuerte de todos está sufriendo ahora y no precisamente por lo que muchos creen.
Pues no hay dolor más grande que poner todas tus ilusiones y esperanzas en alguien, que al final te romperá el corazón de la manera más cruel y vil que puede haber.
Suguru se quedó inmóvil esperando alguna reacción de Satoru ante su pregunta, pero nada no había nada, ni un solo movimiento que le indicará que estaba sucediendo. No fue hasta ese momento.
Ese preciso momento en donde todo se vuelve un caos. El puede ver cómo cada segundo que pasa Satoru empieza a perder el color de su vida. Y no lo decía literalmente. Puede ver cómo el cuerpo de su amigo empezaba a temblar y no por frío o algo así.
—Satoru...—le hablo intentando tener la atención de este.
Satoru estaba en un transe mientras miles de recuerdos inundaba su mente que hace menos de un día era el amor de su vida.
Rie.
Rie de una manera desquiciada, como si aquello fuera una puta broma.
¿Es que acaso era un castigo el que estaba recibiendo por haber sido una mierda de persona?
Suguru parece ver todo en camara lenta, el como Satoru se acerca a el a duras penas mientras lo abraza y pone una mano sobre su cabeza acariciando sobre esa zona sus mechones negros.
—Eh Suguru.—hablo este mientras sentía como todo se volvia más oscuro a su alrededor .— Perdóname...
Y fue allí donde Suguru cayó en cuenta de lo que estaba sucediendo realmente, vio el cuerpo de Satoru caer ruidosamente al suelo de madera frío.
—Sa.. Satoru.—No. Jamás paso por su mente que el pudiera hacer algo así.—V-vamos levántate...
Más Satoru no respondió, todo está en silencio. Suguru no cree lo que está pasando, puede ver como el suelo empieza a teñirse de un color carmesí que empieza a formar un círculo alrededor de su inconciente amigo y sabe demasiado bien que proviene de Satoru.
Fue allí donde todo pasa rápidamente que su cerebro no puede procesar aún.
Satoru ingresando a la ambulancia, el manchado de lo que parece ser sangre. Puede observar claramente como Satoru es reanimado varias veces por los lo que parece ser los paramédicos.
En este momento ya no sabe ni quién es el.
No.
Cómo no se dio cuenta que su amigo estaba sufriendo solo. Que clase de persona es para dejar solo a alguien que lo necesitaba en su peor momento.
Por favor Gojo resiste.
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—Yuuji.—el nombrado volteo al ser llamado.—¿Estás bien?
Yuuji se quedó quieto mientras parecía meditar algo,miro a la persona frente suyo.—Si, solo pensaba en lo hermoso que luces hoy.—sonrio.
Si... había tomado la decisión correcta de haberlo elegido, que se joda lo demás.
El chico desvío la mirada por la ventana mientras trataba de cubrir sus ojos con sus manos.—Idiota...—murmuro sonrojado.
—Pero soy tu idiota.—lo tomo de la mejilla mientras le deba un beso cerca de la comisura de sus labios.
El chico sonrió mientras entrelazaban sus manos.
Continuará
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Broken Heart [Goyuu ]
FanfictionÉl lo abandonó porque jamás significó nada. El quedó destrozado hasta el punto de ser irreconocible. Años pasan, y el destino los junta. ¿Qué haces cuando encuentras al único hombre capaz de destrozar tu ya muy jodido corazón?