•20 Razones por la cuál Kouyou no acepta a Dazai•[Soukoku]•

•Razón 7•

Coquetea con mujeres al frente
Tuyo

♥♥♥

— Atsushi-Kuun~ — Cantareo el castaño

Atsushi estaba haciendo sus informes tranquilamente, pero su mentor estaba aburrido y como Kunikida no estaba. El albino tiene que aguantar ahora a un Dazai aburrido

— ¿Si? — Dijo ya el tigre un poco cansado

— Estoooy aburridoooo~ — Hablo el suicida

Atsushi suspiro, mejor ignoraba al mayor.

— Eso es de mala educación, Atsushi-Kun — Hablo indignado Dazai — Ignorar a las personas, Yo no te crié así

— Usted no me crío . . ., Dazai-San — Dijo el tigre

— Silencio Atsushi-Kun — Hablo Dazai

Ya estaba cansado, si, no había dormido bien estos días y tenía muchos informes que hacer

— Y~ Akutagawa-Kun~? — Pregunto el castaño

Esa pregunta agarro desprevenido a Atsushi e hizo que se atragantara con su propia saliva. El castaño sonrió con malicia

— ¡Q-que cosas dice Dazai-San! — Hablo sonrojado y avergonzado el albino — Akutagawa y yo no somos pareja!

— Nunca dije que lo fueran — Sonrió el castaño

—. . .

Oh, había caído en unas de las bromas de su mentor. ¿Por qué no lo vio venir?

Atsushi cubrió su cara con sus manos para tapar el gran sonrojo que tenía, no podía creerlo, lo atraparon

— Asiii~  — Dijo el castaño con un poco de picardía— ¿Que te gusta Akutagawa -Kun?

— S-si. . . — Hablo avergonzado

Dazai dejo de molestar a su subordinado. Pasaron unos minutos para después seguí molestando a Atsushi.

— Tengo una idea! — Hablo el castaño — Sigueme!

— ¿Y el trabajo? — pregunto Atsushi

— Luego los haces — Dijo desinteresado Dazai — Ven

El albino sin más excusas siguió a su mentor. Sabía que se iba a arrepentir, pero no le quedaba de otra

Lo siguió por un buen rato, ya estaba cansado de tanto caminar y para completar Dazai a cada rato intentaba suicidarse y coqueteaba con mujeres, ¡Ya se estaba empezando a cansar!, Ahora esta pendiente que su mentor no se valla a suicidar o coquetear con una mujer para no perder tiempo

Por fin llegaron, Atsushi no puso resistirse a llorar por la felicidad

— Es aquí, Atsushi-Kun— Dijo el castaño

El menor miro la casa enorme que tenía al frente suyo, ¡Se veía que era de un millonario!

Pero. . .