Conocernos

172 14 0
                                    

Relata Luz

Ainhoa me besa como nunca nadie me besó. Siento su lengua bailar en mi boca y cierro los ojos. Aprieta mi cintura, acercándome más a su cuerpo, tanto que me siento parte de ella. Coloca sus manos en la parte baja de mi espalda, rozando mi trasero y yo suspiro. Me gusta como me trata, se mueve de forma sensual, pero me cuida, toca mis parpados, obligándome a abrir mis ojos y pregunta con su mirada si puede seguir, asiento. 

Me siento pequeñita con ella. Sabe lo que hace, o eso me hace creer. Me enciende con solo mirarme y joder... acabo de conocerla. No tiene explicación sentir tanto por alguien que está en mi vida HACE HORAS. 

Coloca sus largas manos en mi cara, se separa de mis labios, sonríe, QUÉ SONRISA MÁS HERMOSA!!!, vuelvo a suspirar. Me levanta con delicadeza, me agarro a su cuello y me eleva, haciendo que mis piernas rodeen su espalda, lo hace tan suave, tan cercano y fácil, que siento mis huesos temblar. Camina hasta adentro, de lo que visualizo es su cuarto, pasando por las bolsas de harina, y por la cocina; reímos en el camino y al llegar, nos deja caer despacio sobre su cama, ella por encima.

-¿Estás bien Luz?-me dice mientras acaricia mis mejillas y coloca una de sus piernas en medio de las mías.

-Estoy muy bien-anuncio con mis manos tocando sus brazos, asegurándome de que es real.

Vuelve a mis labios, mientras con sus manos va dibujando líneas alrededor de mi abdomen; yo por mi parte, dejo caricias por su espalda, luego de correr su camiseta, siento como su piel se estremece y me causa algo que identifico como ternura pero creo que no es algo tan dulce; no encuentro la palabra en mi mente, pero es algo parecido a estar sofocada con mucho calor pero bien (?

Relata Ainhoa

No puedo parar de tocarla y no sé bien cómo sentirme al respecto. Siento que mis labios están en el cielo mientras la beso. Nos conocemos hace horas, no tiene sentido lo feliz que me siento teniéndola bajo mi cuerpo, mientras la noto temblar por mí. Luz parece estar cómoda, así que me atrevo y le saco la camisa. Ella levanta los brazos gustosa y me ayuda en mi tarea. Nuestros pechos chocan y ella retira su boca de la mía, agacha su mirada, la veo sonreír y asumo que está lista para empezar...

Coloco mis manos en cada uno de sus pechos, y mi boca en su cuello. Ella presiona mi cabeza, y muerdo su piel, la escucho reír y pienso en ángeles y más felicidad. 

La situación sigue encendiéndose a medida que nuestros cuerpos no consiguen separarse. Parecen estar hechos adrede para encajar. JODER, NUNCA HABÍA EXPERIMENTADO TANTA CONEXIÓN!

Aunque ella sigue dándome paso libre para tocarla no me animo a bajar su pantalón, algo dentro de mi sentido común me recuerda que no nos conocemos y que tal vez, dicha acción sería pasarme todas las señales de cuidado. 

-Puedes bajarlo vos?- le pregunto con cierta duda, mientras juego con el botón.

-Sí-dice incorporándose un poco y quitando la prenda en un solo movimiento. Yo hago lo mismo con mi ropa y luego me subo nuevamente sobre ella.

-¿Estás bien?- intento asegurarme.

-Súper-dice sonrojándose.

-Voy a bajar mi mano ¿ok?, cualquier cosa puedes pararme-le digo mientras se muede el labio. Me pone mucho y ya no soy capaz de parar.

Mis dedos rozan el elástico de la prenda más diminuta que había visto nunca, no quiero presionarla, así que lo hago mientras la miro a los ojos, dándole lugar a que se arrepienta pero rogando que no lo hiciera. Cuando noto diversión en sus ojos, apreto su centro sobre la tela, ella coloca su mano en mi brazo, ocasionando que el agarre sea más intenso e instintivamente comienza a mover sus caderas. Siento como exploto con solo mirarla y lo sé.. ESTOY PERDIDA.

Mi mano derecha ingresa por dentro de la prenda, mientras apoyo la otra en su vientre, dejando delicadas caricias. Luz cierra sus ojos y suspira a mi tacto. Sus líquidos bañan mi mano, mientras ésta sigue danzando en su interior. Sus labios mayores cuando sienten mis dedos, reaccionan al instante, la veo morderse el labio mientras abre sus ojos, centrando su mirada en la mía, mientras yo, sigo inspeccionando su cuerpo. Retiro esa mano de ahí y la llevo a mi boca, bebiendo sus jugos mientras sus mejillas se vuelven rojas y yo disfruto. ¡Es lo más caliente que hice en mi puta vida! Ella intenta incorporarse, clavando sus codos en el colchón, pero pierde la batalla, cuando me ve bajar mi cara, nuevamente a la altura de su cielo... mi cielo.

-POR FAVOR PARA-tardé un momento en fijar mi mirada en ella, no supe hasta que vi sus ojos, si me habló o si fue fruto de mi imaginación.

-¿Estás bien?- pregunté luego de llegar a su cara.

-Yo...-dudó- lo siento, perdona...-la corté.

-¿Fue demasiado?-me acosté a su lado.

-Oh sí. Muy rápido-se empezó a tropezar con sus palabras, mientras se colocaba de costado, quedando frente a mí-Joder, es que nunca hice esto. Nosotras no nos conocemos y no es que esté mal, de hecho está muy y DIOS QUÉ BIEN-me acaricia el rostro- pero creo que es muy rápido-baja la mirada-perdón Ainhoa-continúa.

-Pequeña-le digo, ganándome una sonrisa-no me tenes que explicar nada, esto fue distinto y nuevo. Jamás hice algo así tampoco-sonrío.

-¿Pero estuvo bien?-pregunta nerviosa.

-Muy bien, Luz. Fue super bonito-le digo contenta.

-Oh, qué bien, Ainhoa. Porque lo sentí así también-suspira- podemos, no sé, ¿conocernos antes de avanzar tanto?-me río-dios, es que sonaba mucho mejor en mi cabeza-.

-Sonó hermoso-le doy un pequeño beso- anda, vamos a conocernos-le digo pícara.

-Ainhoa-me corta, golpeando mi hombro de forma juguetona.

-Ya ya, ¿qué quieres saber?- pregunto.

-Pues... lo normal-la interrumpo

-Mi color favorito es el amarillo, me gustan los gatos, el anochecer, mi hogar, cocinar-le comento.

-Oh, me encanta. Pero no me refería a eso, quiero saber quién es Ainhoa y si me puedo fiar de ti- pregunta

-Anda lianta, pregunta-sonrío.

-¿Qué es la libertad para vos?- pregunta concentrada, noto su interés en mí, mientras siento cosquillas en mi estómago.

Sonrío, porque ella no sabe lo libre que me siento ahora.

Sonrío porque ella no quiere saber lo normal, no quiere saber lo que se consigue saber revisando mi perfil de redes sociales, ella quiere más de mí, inclusive más de la intimidad que tenemos mientras pienso en qué responder, notando su desnudez física, dándome lugar a desnudar mi alma. 

Luz, conociéndome a horas de mirarnos por primera vez.

Luz y arte de emanar lo bonito...

Luz y el arte de conocernos.




1kg de ZanahoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora