𝙏𝘼𝙀𝙃𝙔𝙐𝙉𝙂 𝙀𝙎 𝙈𝙄𝙊 [𝙆𝙊𝙊𝙆𝙑]

『02』

𝙏𝘼𝙀𝙃𝙔𝙐𝙉𝙂: ⎯ Gracias⎯ sonrío satisfecho adentrandose lentamente a la habitación.

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Tal vez el miedo que tenía inicialmente disminuyó. Pero igual debía mantenerme alerta ante cualquier acción proveniente del psicopata escondido detrás de la cortina blanca.

Además del temor. Ahora, estaba algo avergonzado por el alboroto del formé parte, aceptó que no actúe bien. Pero ¿quién lo haría? las primeras impresiones quedan y mi paciente no tenía los mejores antecedentes.

Lo que pone en duda si haber aceptado cuidar de Jungkook fue buena idea.

Maldigo no poder retractarme y tener que obligar a mis piernas temblengues a retomar el camino, acercándome a la cama rodeada por una hermosa cortina blanca. La agarré fuertemente, inhale y la corrí para un lado, visualizando al alfa que todos temían.

Fui recibido por un rostro tranquilo pero repleto de heridas.

Este alfa inconsciente, no encajaba con toda la mierda que escuché. Era más bien adorable, cómo si no fuera capaz de matar ni una mosca. Era un Dios.

Sus facciones marcadas, brazos musculosos, el tatuaje, ¡TODO! Joder todo en él, gritaba masculinidad.

El loquito aparentaba ser un alfa puro, pero no encuentro rastro alguno de su aroma. Dejando de lado su caliente aspecto, algo en específico que llamó la atención de mi conejito.

✨Orejitas de lobo✨

No era la primera vez que veía unas. Pues debido a mi trabajo entraban y salían pacientes de diferentes especies, entre ellas lobos. ¿Que cambiaba entonces? No lo se.

Mi conejito también estaba embelesado con el alfa y rogaba por más cercanía ¿Y quién era yo para negarselo?. Literal
cuándo de mi animal se tratase, no podía hacer mucho para negarme; pasando a segundo plano las advertencias de mi parte racional.

Mi conejito manejo con descaro todos mis movimientos, mientras que en mi cabeza se reproducian escenas dónde terminaba igual o peor que la omega que intentó sobre pasarse con él. Causando que mi mano se quedará en el aire para unos segundos después bajarla lentamente, mordiendome el labio.

⎯ ¡𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒂𝒍𝒇𝒂 𝒏𝒐 𝒗𝒂 𝒂 𝒍𝒂𝒔𝒕𝒊𝒎𝒂𝒓𝒏𝒐𝒔!⎯

⎯ ¿A quién estás llamandole alfa? Conejo tonto⎯ escupi con enojo.

Mi conejito gruño.

⎯ ¡Bien!, saciare tu deseo...sólo dame tiempo y conseguiré a alguien más⎯ ofrecí

⎯ ¡𝑬𝒍 𝒆𝒔 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒂𝒍𝒇𝒂, 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒂 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒎𝒂𝒔!⎯ soltó enojado.

Este conejo empieza a acabar con mi paciencia; como llama a este desconocido tan deliberadamente "𝒔𝒖 𝒂𝒍𝒇𝒂", ¿está loco acaso?

No puedo, ¡y no quiero! envolucrarme con alguien que me hará perder mi trabajo, sino tengo ingresos quedaremos en la calle. Pero claro, esto es algo que mi conejito se niega a entender.

Necesito terminar con mi labor y si para eso debo ignorar toda palabra de rebeldía por parte de mi conejito. Lo haré.

Rápidamente volví a mi papel de enfermero. Retiré las vendas y gazas que Jungkook tenía en diferentes partes de su cuerpo a excepción de las que estaban situadas en el abdomen, limpié algunos restos de sangre seca y volvi a vendarlo delicadamente.