Capítulo 12 Taylor, Ted y Phoebe

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Dos tonos y al tercero lo coge.

-Hola, soy yo.

A Phoebe se le escapa un sonrisa al notar que la voz al otro lado del teléfono es la de Eric.

-Hola.-le contesta con voz tímida.

-Oye, lamento no haber contestado hace un rato...pero estaba en plena reunión familiar.

Cuando terminó la frase Phoebe soltó el aire que no había notado estaba reteniendo. Un alivio inmenso entro en ella.

- Sí, no hay ningún problema. Solo quería saber si nos podíamos ver hoy.

-Esto,es que hoy tengo cosas que hacer.

Y vaya que tenía cosas que hacer, salir con la chica del gimnasio era una de ellas.

-Ah, pues no hay problema ya quedaremos otro d...

-¡No!- saltó -. Digo, es que mi hermana quería conocerte y me ha dicho que si podía salir contigo.

Phoebe se emocionó, Eric le había contado cosas maravillosas acerca de su hermana. Además de que si todo salía bien con ella, que era lo más probable, sería estar un paso más cerca de él.

-Por supuesto. Con mucho gusto. Dame tu dirección y Taylor nos lleva a...a donde sea que vayamos.

-Muy bien, te mando mi ubicación, dame un segundo. Listo! te parece si pasas por ella a esos de ¿las cinco?
-Sí, muy bien.

Phoebe salió corriendo de su habitación, tenía que avisar a Taylor, y a su madre, y a su padre,...y a Ted, si es que lo encontraba. O podía solo avisar a Taylor, pero ella no era así.
Bajó las escaleras tan rápido que al llegar al último escalón se cayó. Afortunadamente su hermano iba entrando a la casa en ese momento y pudo ayudarla.

-Phoebe!-. Dijo mientras corría hacia ella.- ¿estás bien? 

-Sí, gracias, sabes que suelo ser un poco tonta

-No te digas eso. Pero es verdad que o es buena idea correr por las escaleras. ¿Llevas prisa?

La ayudó a levantarse y se sentaron en un escalón. Tenía una cortada en el labio, se lo había mordido cuando cayó, pero no era nada grave.

-Pues sí, un poco de prisa si que llevo.

-Mira como te has dejado el labio.

-¡auch! Pero no toques, ¿por qué tocas?

Decidió levantarse antes de que su hermano empezara con sus paranoias y se la llevara al hospital.

-¿Dónde vas?

-Te he dicho que llevo prisa, ¿has visto a Taylor?

-Que te está sangrando el labio.

En realidad estaba exagerando, pero así era Ted. Exageraba con todo lo que tuviera que ver con su pequeña hermana.

-¡¡Taylor!!.- gritó Phoebe un poco cansada de su hermano.

-No me ignores.- no hubo respuesta de su hermana.- ¿prisa de qué?

- Pues voy a ir a recoger a la hermana de un amigo, nos vamos a ir por ahí.

"Amigo" no debió decir eso. En la cabeza se Ted se empezó a formar toda un historia. Y si ya estaba paranoico, esa palabra lo había hecho saltar a la locura.

-¿Qué amigo?

-Amiga, he dicho amiga.- contestó su Phoebe al percatarse de su error.

-Ajá, y ¿quién es?

-Hannah, es una chica nueva en la ciudad...y la conocí por ahí y vamos a salir y...

Taylor entro y la interrumpió, aunque para ella era más como una salvación.

-¿Me ha llamado señorita Grey?

-Sí, a las cinco me llevas a recoger a alguien a está dirección-. Le comentó mientas le extendía un post-it con la dirección.- y después nos dejas en la plaza. Por favor.

-Sí, señorita Grey.

Tomó el papel y salió.

- Y ya le has avisado a papá ¿cierto?

Phoebe subió las escaleras y a la mitad del trayecto volteó y le contestó a su hermano.

-No, pero ya lo sabes tu. Así que le puedes avisar. Yo me tengo que arreglar.

Zimmerman GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora