Una vida no tan normal

MATEO

Nuevo día, nuevo comienzo. Me sonó la alarma del móvil y me levanté, abrí el grifo del agua para ir a la ducha, cogí lo que iba a ponerme en ese día y fui a la ducha. A continuación salí de la ducha me vestí y fui a desayunar.

¿Te importa si se lo digo a mi mejor amigo? El nos va a ayudar, eso seguro.

No me importa, pero solo a el, a nadie más.

No te preocupes, confía.

Acabé de desayunar las tostadas con aceite y un baso de zumo de naranja, esperé a mis hermanos y fuimos todos juntos al colegio.

Al llegar, Alejandro ya me estaba esperando para saber que le tenía que contar, dado que anteriormente le mandé un mensaje diciendo "Oye, te tengo que contar algo urgentísimo, se trata de la vida de una persona importante para mi". No volví a mirar el móvil desde aquel momento en el que mandé el mensaje.

— Hey, me mata la intriga y la preocupación, ¿que pasó?

— A ver esto no es fácil y alhomejor no lo entiendes pero...

— ¿Lo vas a decir de una puñetera vez o que?

— Vale, ¿te acuerdas de aquella niña que me "raptó" al pabellón aquel día

— Si, la pirada

— Pues resulta que la pirada no es ella si no sus "amigas". No es fácil de contar para mi no me quiero imaginar para ella.

— Bueno, si, que

— ¿Sabes con las niñas que está siempre ella, que son tres, las otras dos, ¿sabes?

— Si ... — Dijo duditativo

— Pues ellas le pegan, que si patadas, puñetazos, por decirlo de alguna manera, a hostias —dije entre lo bajo

— ¿que? ¿Pero tu estás seguro de eso? ¿Sabes lo que es eso? — Dijo sorprendido

— Si, se lo que es eso, lo vi con mis propios ojos, y el dolor que sentí yo, no debió de ser ni la cuarta parte de el que siente ella, te lo aseguro.

— ¿Que te fumaste?

— Tio, si no fuera urgente no me habría inventado algo así de fuerte.

— Bueno y ¿que piensas hacer?

— Vale, ¿también te acuerdas el otro día que fuimos al Odeón?

— Hace dos días, si, que te fuiste al baño y viniste media hora más tarde.

— Bueno pues ahí hablamos, ella, yo y "su novio"

— Voy por puntos:

uno: De ahí a que tardaras tanto

dos: por tu tono de voz parece que el novio no te cae bien

tres: estás celoso y se nota mucho, admítelo

—No estoy celoso

— No ¿Y de ahí a que pusieras en el mensaje "una persona muy importante para mi"? Mateo, te conozco muy bien

— Vale, si, quizá un poco si.

— Así que estás admitiendo que te gusta.

— No, no lo he admitido

— entonces te pones celoso porque si, porque te sale de dentro. No, te pones celoso porque te gusta y no hay forma de remediarlo.

— ¿En que momento empezó a hablarse de mi?

— Bueno, entonces ¿que hacemos en contra de lo que me contaste?

— Vale, quedamos con hablar con algún profesor, que se lleve bien ella con ese profesor.

— ¿Y quedó?

— Quedaron dos, Carlos Pena y Alejandra.

— ¿A los dos jefes de estudios?

— No se escogieron porque sean o no los jefes de estudios se escogieron porque ella se lleva bien con ellos dos y punto.

— ¿Quien se lleva bien con Carlos pena?

— Ella parece ser.

Nos sentamos, los dos, que por cierto estamos juntos y empezaron las clases.

— Hey, cúbreme, porfa.

Saqué el móvil y le mandé un mensaje a Sara.

Hola, ¿que tal todo?

Bien, con pereza por la vida, y en clase de historia con Emilio que no se entera de nada. Todavía tengo sueño, estoy con la regla y después tengo educación física y estoy con un dolor que ni de pie

Eso siempre pasa, lo de emilio, no lo de la regla, gracias a dios yo no la tengo nunca, y orgulloso que estoy.

Jaja, que risa, me parto contigo. No critiques.

Oye, una cosa, ya se lo conté, ¿en el recreo hablamos?

Si, a parte Claudia y Martina tienen que ir a hacer no se que cosa durante el recreo, por lo cual me quedo sola. A parte acabo con E.F.

Perfecto