Su cuerpo bailaba al compás de mis venas.
Era todo él encima mío.
Su piel desprendía un somnífero que calmaba toda ansiedad.
Éramos él y yo en esa cama.
Desnudando hasta el último centímetro de nuestros cuerpos.
Afuera estaba oscuro, y un grillo cantaba sin parar.
Las estrellas apenas brillaban sobre la niebla.
Un búho nos regaló un chillido y después de eso vino el orgasmo.
Nos gritamos un te amo entre las sábanas mojadas.
Después nos dormimos escuchando la respiración del otro.
Nos abrazamos y terminas de entregarnos del todo.
Ahí queríamos quedarnos toda la vida.
Hasta que el cuerpo pare de danzar, y la piel de emanar calor.
Hasta que la cama desaparezca y el grillo haya dejado de cantar hace mucho.
Las sombras van a ser más oscuras porque te fuiste, pero mi corazón va a seguir brillando fuerte.
Porque una vez te abracé mucho.
Esa vez que te dije por primera vez que te amaba y el alma me explotó de alegría y se calmó de tanto esfuerzo que había estado haciendo por callar lo que sentía
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Lo suelto
RandomHistorias de mates, amores, amigas, charlas, desamores, momentos, sentir, alabanzas, desencuentros, corazones.