𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐄𝐑𝐓𝐄 ━ 𝗳𝗲𝗱𝗲𝗿𝗶𝗰𝗼 𝗿𝗲𝗱𝗼𝗻𝗱𝗼

(𝗼𝗻𝗲..)

¡𝗱𝗼 𝘆𝗼𝘂 𝗿𝗲𝗺𝗲𝗺𝗯𝗲𝗿 𝗺𝗲..!
𝐀𝐍𝐓𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐄𝐑𝐓𝐄 ━ 𝗳𝗲𝗱𝗲𝗿𝗶𝗰𝗼 𝗿𝗲𝗱𝗼𝗻𝗱𝗼

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Con computadora y cámara en manos, Manuela caminaba por el predio del bicho. Ya que el equipo mayor tenía fecha libre, aprovechó para sacarle fotos a las inferiores de su club.

A su lado iba el Diablito Echeverri, que al ser convocado por la primera en estas últimas fechas, fue desafectado de su división. Los morochos reían a la par mientras buscaban la cancha donde jugaría la 5ta.

Mana sabía que caminar por el predio de Argentinos era una mala opción, que se podía encontrar a Redondo y pasar una situación más que incómoda. Pero pasar tiempo con su amiga Iona, quien ya estaba en la cancha y los chicos le ganaba a un chabon que le cago la vida.

La dupla se encontró en la tribuna con Iona para arrancar a fotografiar y cubrir un poco del partido. Bitler tiene una cuenta en instagram donde cubre las inferiores y Manuela se ocupaba de darle algunas fotos de ellos, por lo cual trabajaban juntas.

Aimar se instaló en un córner lejos de sus amigos, con su computadora y espero a que arranquen a entrar en calor, pero de nuevo su peor pesadilla apareció.

—Manuela, ¿sos vo'?— Una voz retumbó en sus oídos y al darse vuelta se encontró la cara del chico que tanto quiso. Él tomó acción y se sentó a su lado. —Como va todo, digo, te vi el otro día en el Monumental.

—Que queres Federico?— La chica sacó su vista de los ajustes que estaba poniendo en la cámara y lo miro a los ojos. —¿Lastimarme otra vez? Porque no creo que sea posible.— Sus ojos se cristalizaron y a causa de ello, miró una vez más su cámara, como para disimular.

Él la miró confundido, sin entender de qué hablaba. Su intención nunca fue lastimarla, pero si él le contaba que se tenía que ir, la despedida le iba a doler más. Federico se pasó meses pensando en la morocha, no salía con ninguna mina porque Manuela siempre daba vueltas en su cabeza, ella le volaba el bocho y viceversa, pero ninguno de los dos se animó a confesarlo.

Manuela por su parte, salía de joda todo el tiempo con Sofía, se mudo a Barcelona para estudiar fotografía, se chapaba al primer pibe caño que veía porque el alcohol siempre le ganaba (no tomen niños🤪), pero nunca logro nada con ninguno, porque todavía se la pasaba escribiendo cartas al chiquito que la dejó enamorada a los 5 años.

—No te entiendo, Manuela— Ella levantó la cabeza indicando que siga hablando. —Un día nos encontramos en Madrid, me tiras la boca y ahora te me haces la desconocida, realmente no entiendo.

—Acá no, Federico, no pienso pelearme con vos y menos acá.

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Y así fue, Federico intentó contactarla a Manuela, quería hablar con ella, lo necesitaba, tenía que explicarle todo. Pero ella lo ignoraba, si lo veía en una joda, iba para el otro lado, en la calle? lo mismo. No había chance de que Manuela hable con él después de todo.

—Mana! Te están buscando en la puerta— Le anunció su padre desde las escaleras.

Bueno, el pensamiento de Manu de ignorarlo duró poco, porque apenas apoyó su pie en el último escalón quería darse la vuelta y correr. Por respeto a su papá, la menor lo invitó a entrar y lo llevó a su cuarto.

Ella se sentó en la silla de su escritorio mientras que él en el borde de su cama. —Podes parar Federico, no entendes no?— El tono de Manuela no era el mejor, no era ese tonito con el que se hablaban a los 6 en el teléfono de sus papás.