Él Ha Resucitado Arriba -HIATUS-

Capítulo 9

Ha Resucitado Arriba

Capítulo 9

Dumbledore se despertó con dureza, sintiendo la conmoción que atravesó las salas de la escuela e instantáneamente agarró su varita de su escritorio. Algo le había sucedido a la piedra, podía decir eso de las salas mismas, pero en este punto no podía decir qué. Todavía estaba en el castillo, tanto que sabía, pero una onda mágica acababa de dar la vuelta a la escuela. Los barrios habían absorbido la peor parte del impacto y habían hecho su trabajo protegiendo la escuela, pero tuvo que ir allí y revisar la piedra. Tenía que ser seguro para sus planes de trabajar.

Dumbledore limpió la sangre troll de su varita con el extremo de sus brillantes túnicas azules y agitó su varita casualmente, las llamas negras delante de él doblándose y contorsionándose a su voluntad. Lucharon contra él por un momento o dos, su voluntad de vivir empequeñeciendo temporalmente la fuerza de voluntad del anciano, pero finalmente lo admitieron. Las llamas se apagaron con un silbido, arrojando cenizas y hollín alrededor de la habitación que se despejó instantáneamente con un movimiento de la varita de Dumbledore. El Director o Hogwarts hizo un largo movimiento de barrido con la Varita de Saúco y la pared explotó en silencio, los ladrillos volando lejos de él en la habitación delante de él, cada uno rompiendo en el piso frío y duro y enviando hollín y polvo volando por todas partes. Hizo un último movimiento de barrido con la varita y todo el polvo y el hollín y los fragmentos de los ladrillos recién explotados desaparecieron,dejando atrás una habitación con vidrio roto en el suelo y un marco de espejo vacío.

"Joder", maldijo Dumbledore en voz baja, marchando hacia la habitación con su varita a su lado. Murmurando para sí mismo una y otra vez, realizó algunos movimientos largos y complicados con su varita, silenciosamente, por supuesto, y los fragmentos que yacían esparcidos por el suelo flotaban en el aire y se reorganizaban en el marco del espejo como si no se hubieran roto antes. Dumbledore se miró en el espejo por lo que debe haber sido la centésima vez en las últimas semanas, pero esta vez, a diferencia de antes, cuando lo había hecho innumerables veces, las cifras no aparecieron. Permaneció solo y sabía que el Espejo de Erised se había ido. No era más que un espejo simple.

Al alejarse, levantó su varita una vez más y barrió la habitación mientras giraba, su entorno brillaba de un azul profundo y luego cambiaba a un rojo sangre y finalmente regresaba a su color anterior. "Joder," juró Dumbledore una vez más su agarre en su varita apretando tan fuerte que una varita normal se habría astillado, pero no la varita mayor. La piedra había desaparecido, tomada, y alguien había caminado a través de todas sus defensas con relativa facilidad. Estaba fuera del castillo, de lo contrario habría sentido su presencia a través de las salas que se erigieron para la protección de la escuela y sus propios usos personales. Peor aún, había sido un estudiante, o un grupo de estudiantes, que había pasado por alto todo. La magia que permanecía en la habitación era demasiado suave y demasiado frágil para ser la de un adulto, y había varias variaciones en ella.

Dumbledore agitó su varita y el espejo explotó en la nada, y se quedó de pie con su varita en la mano. Todos sus planes por el desagüe, frustrados por un grupo de escolares. Todavía podía hacer que esto funcionara, se aseguró. Después de todo, una piedra falsa sería todo lo que necesitaría para atraer a Voldemort. Sin embargo, tendría que pedirle a Quirrel un nuevo troll, y Hagrid no iba a estar feliz sabiendo que Fluffy yacía muerto en el suelo sobre él. Las defensas también debían aumentar, pero podía hacer que esto funcionara. Lo primero es lo primero, ¿cómo demonios iba a explicar esto a Nicholas Flamel?

"Sr. Potter", dijo el profesor McGonagall entrando en la sala común, llamando la atención de todos los presentes. Raramente entraba allí, en lugar de elegir dejar que sus leones disfrutaran de su tiempo libre y cuando lo hacía, siempre era por una buena razón. "El profesor Dumbledore me ha pedido que lo lleve a su oficina."